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21 diciembre 2009

Políticas culturales responsables.

Estimados lectores.




Después de mi último articulo de opinión titulado “De Cal y Arena”, referido a las exposiciones que podíamos visitar en esta primera quincena del mes de diciembre en nuestra ciudad, algunos de ustedes me han preguntado el porque de la contundente valoración que hice sobre la exposición del Ateneo Cultural de Castellón titulada “Artistas del Ateneo”, resultándoles incluso paradójico, que tan desfavorable critica la hiciera, en una exposición donde se encontraba expuesto un cuadro mío, corriendo de ese modo el riesgo, de que nadie asistiera a verla, pues ya se sabe que en estos casos, a todo pintor le gusta exhibir su obra al público, aunque también hayan algunos, que en su incontrolada vanidad, prefieren exhibirse ellos antes que a su trabajo, algo que casi siempre ocurre cuando no se tiene nada que decir, o lo que se dice es bastante anodino.



Debo decir ante todo, que no creo sinceramente, que mi blog tenga un número de visitas lo suficientemente elevado para que éste pueda influenciar de manera decisiva en la conducta y conciencia de un gran numero de personas de Castellón, aunque reconozco que algunos de sus lectores son personas muy vinculadas a la especialidad y cultura de esta ciudad, por otra parte, también es cierto que me sorprendo casi a diario, por los comentarios que me hacen personas a nivel de calle sobre todo de aquellas, que sin tener su dirección de correo electrónico y no poderle avisar puntualmente de las nuevas entregas, me hacen referencia de los artículos que escribo, en cualquier caso, después de explicarles mis razones de tan contundente critica a los que me preguntaron personalmente, todos quedaron conformes con mis razones y entendieron mi parecer, siendo precisamente ese, el motivo de este nuevo articulo aclaratorio que ahora quiero compartir con todos ustedes.



Creo que la exposición de “Artistas del Ateneo” es un ejemplo más, de cómo se lleva a cabo la política cultural de esta ciudad, sin duda muy cuestionable en cuanto a los criterios que la definen, siendo algo de lo que hago responsables directos a dirigentes y políticos del sector, que tienen a su cargo la forma de diseñar y poner en practica un conjunto estructurado de acciones sociales en los organismos públicos encargados de transmitir al conjunto de la sociedad, la cultura de la región; entendida esta última, tanto en su versión restringida (como es el sector concreto de actividades culturales y artísticas) pero también considerándola de manera amplia, como el universo simbólico compartido por la comunidad, algo que sin lugar a duda debe formar parte de la piedra angular de sus objetivos y la esencia misma de la razón de ser de su trabajo .



Ejemplos que ilustran esta gestión cultural de la zona hay muchos…



De todos es sabido que Castellón tiene desde hace mucho tiempo (como el Velázquez del XVII) su “pintor de la corte”, algo que no resultaría extraño sino fuera porque los meritos que se le acreditan a su obra resultan un tanto dudosos y muy alejados de factores que poco o nada tienen que ver con cuestiones relacionadas con la calidad artística y sus aportaciones a la universalidad cultural. También hay un pequeño grupo de “elegidos” que siguiendo los pasos del primero, empiezan a saturar las plazas y lugares de esta ciudad con obras que al margen de su calidad, (importante aspecto a tener en cuenta) estas no han sido sometidas a concurso abierto, ni debida y ampliamente publicitado en los diversos medios, como virtuoso modo de ampliar el derecho a participar a otros artistas (sobre todo a los nuevos egresados de las escuelas de artes) que sin duda pueden ofrecer mas y mejor calidad que aquellas que se exhiben en la actualidad en nuestra ciudad, y sobre todo, porque así es como debiera ser planteado, respetando el espíritu democrático de una política cultural de hoy en día, mucho más participativa, abierta y en principio, con iguales derechos para todos los iguales.



Pero no es solo ese el problema que presenta la política cultural castellonense; independientemente de que por una parte, encontramos este aspecto de elección y selección “dedocratica” muy beneficioso sin duda para este grupo de “artistas”, por otro lado, vemos que la acción educadora y de perfeccionamiento personal que tiene el arte, se ve seriamente empobrecida con ejemplos como este de la exposición de “Artistas del Ateneo”. Una exposición simplista y aficionada, donde es notable la falta de rigor y exigencia en la selección de la calidad de los trabajos que se exhiben, lo cual es evidente que no ha sido avalado por un criterio profesional de selección, haciéndose notar una imagen muy pobre y nada representativa del quehacer creador de esta ciudad. Hay que tener en cuenta que una institución como el Ateneo Cultural de Castellón, así como otras afines, debe ser el escaparate ideal donde se exponga los auténticos valores artísticos y culturales de esta ciudad a todo el mundo que la visita, sea de aquí o de fuera, y para ello es necesario no solo exponer algo digno, sino además y más importante aun, dignificar la imagen de la cultura de esta tierra, a diferencia de lo que pudiera ocurrir en una galería particular, donde solo cuenta el criterio expositivo del galerista, en una institución oficial, como es el caso del Ateneo, ese criterio debe estar sujeto a una representatividad de la cultura y el arte de Castellón; resulta curioso apreciar que puede ser mas rigurosa, profesional y representativa de esta ciudad, la imagen que desde años nos viene dando galerías como Canem o Sala Braulio (por citar dos ejemplos con líneas expositivas muy diferentes) que las instituciones oficiales sujetas a una política cultural mas representativa de esta región, algo que considero sencillamente un acto de coherencia y respeto, no solo por y para el arte, sino también a la población de esta ciudad. Para ello es necesario elevar la calidad y el conocimiento no solo de aquellos que exponen su trabajo, sino también del público espectador de arte que participa. De nada vale hacer una conferencia semanal con asuntos de alta trascendencia cultural, si luego no educamos al público para que esos conocimientos sean aprovechados conscientemente, sería como seguir echando margaritas a los cerdos o sencillamente hablar a oídos de sordos.



Y ya puesto a reflexionar sobre la forma de hacer política cultural en esta ciudad, sería bueno que alguien pensara en dinamizar la participación del público a los museos y salas de artes, ya que resulta penoso, por ejemplo, que después de una sustancial inversión en la construcción del nuevo museo de la avenida Hermanos Bou, (en la imagen) la participación del publico es casi inexistente. Las actividades culturales de calidad y nivel, pueden ser divertidas, de amplia participación y muy atractivas para el amplio publico, no todo es cumplir el tipo con la semana de la Magdalena, como tampoco tienen que ser tan costosas, así que no es necesario tampoco convocar a uno de los concursos de pintura mas suculentos del panorama cultural nacional (60. 000 €) si luego se le otorga el premio a una instalación hecha con cajas de cartón y cinta adhesiva, como ocurrió en su primera edición, eso es ridículo y francamente muy pueblerino, pero tampoco hay que descuidar la calidad como ha ocurrido en la exposición de los “Artistas del Ateneo”; el arte ha demostrado a través de su historia que para ser popular, no tiene porque ser malo, ni vulgar, a pesar de que ese concepto en la actualidad, con tanta crisis de valores, cueste mucho entenderlo.



En fin queridos amigos, como dice el profesor Lluis Bonet (Barcelona, 1959. Presidente de la Asociación Economía/Cultura autor de numerosos libros y estudios en economía, gestión y políticas culturales.) “Las políticas culturales surgen y se desarrollan a partir de cuatro grandes principios:



1. El valor estratégico de la cultura como difusor de estándares simbólicos y comunicativos.

2. Como base en la que fundamentar las identidades colectivas, y por tanto las identidades de las naciones y de los estados.

3. Para tener efectos positivos, tanto económicos como sociales, al desarrollar la creatividad, la autoestima y una imagen positiva de las personas y los territorios;

4. Por la necesidad de preservar el patrimonio colectivo de carácter cultural, histórico o naturales




Es por ello que es importante que todos hagamos estas reflexiones, para ayudar a cuidar y preservar la imagen cultural que debemos mostrar al mundo como ciudad o territorio, pienso que de ese modo podremos sentirnos aun mas orgullosos del lugar donde convivimos. Debemos alejarnos de falsos clichés y payasadas seudo culturales que distraen la atención de muchos, para beneficiar los bolsillos de unos pocos. Pero sobre todo, debemos saber que son los políticos y los dirigentes culturales, los que tienen en sus manos la gran responsabilidad de ponerlo en práctica con la eficacia y el respeto que ello merita, y es por lo que creo, que siempre debemos exigírselo.




Muchas gracias




Hasta la próxima entrega.





Amaury Suárez

08 diciembre 2009

De Cal y Arena.

Estimados lectores.



Parece que este mes de diciembre vamos a tener de todo en las galerías y espacios expositivos de nuestra ciudad de Castellón. Y es bueno que así sea, pues de ese modo podré comentar sobre aquello que podemos ver en dichos espacios y además, tener la posibilidad de valorar y comparar mejor con ejemplos que lo ilustren.

Mi primera recomendación sin duda es para que visiten la exposición “Dialogo con la Historia del Arte” en la Sala Bancaja “San Miguel” de la calle Enmedio 17. Una muestra que recoge un importante grupo de obras realizadas por el célebre y extinto Equipo Crónica, donde no solo encontraremos en las obras, el refinado humor irónico en sus motivos, inspiraciones y mensajes (sello indiscutible de este grupo) sino que además en ella se recoge un conjunto de obras de diversas etapas del grupo, en referencias todas a un divertido y amable dialogo con la obra de varios maestros de la pintura tradicional y contemporánea.

Otra recomendación que les hago, es visitar la galería Art Dam en la Calle Alloza 54, donde encontraran una exposición de gran belleza, sensibilidad y autentica personalidad pictórica, que se recoge en la obra reciente del maestro Paco Puig.

Muchos de ustedes conocen de mi gran admiración y respeto por este gran pintor castellonense, incluso hay en este blog un artículo que así lo testimonia, y con gran alegría tengo que decir, que una vez más en esta exposición, su pintura ha vuelto a ser poesía, un autentico placer para los ojos y la más hermosa melodía compuesta desde la ilusión, serenidad y amor, que siempre nos transmite este gran maestro, todo un lujo.

En el Centro Cultural Castalia Iuris en la Plaza Cardona Vives, 10-bajos, finaliza la muestra de la pintora Tere Colomé, titulada “Universos Alterados” una exposición de muy buena calidad tanto por su propuesta, como por la técnica empleada, amante de la materia y el mundo textural, la Colomé me ha impresionado notablemente, su avance y el perfeccionamiento de su lenguaje plástico ya es notable.

En el Centro Cultural "Las Aulas", situado en la Plaza que lleva el mismo nombre, en el Nº 1, dos exposiciones con notable calidad, por un lado en la sala pequeña, “Diariólogos II” esculturas de Gallent Mezquida – Petit. Al parecer, padre e hijo, licenciado en Bellas Artes uno y Perito Industrial el otro, que se unen para realizar un hermoso conjunto de piezas de lenguaje ingenuo y con gran luminosidad cromática, empleando para ello la técnica del mosaico o el “Gaudiniano” trencadís.

En el salón principal, “Nombres de Dona” es el titulo dado por su autora Adelaida Falcó a una exposición que pretende hacer reflexionar sobre los diferentes roles que ha jugado la figura de la mujer tanto en la actualidad como en el pasado. Revestida de un lenguaje que transita entre un simbolismo muy expresivo y un surrealismo muy colorista, su autora nos muestra piezas de muy buena factura y gusto por el uso de las texturas, a veces usadas con una clara intención decorativa dentro de la composición de la obra.

“Artistas del Ateneo” es la exposición que se exhibe ahora y hasta el próximo día 16 de diciembre en el Centro Municipal de Cultura en la calle Antonio Maura 4. Es una de esas exposiciones que si no la vas a ver, no te pierdes absolutamente nada.

Siempre que se pretende masificar el arte, a través de proyectos y exposiciones, obviando el aspecto de la selección y sin tener en cuenta el criterio profesional y autorizado de los especialistas, que son los únicos capaces de garantizar el buen nivel y la calidad de las obras, el resultado es un fracaso total, como sin duda lo es esta exposición, donde habiendo más de 30 cuadros exhibidos, cuesta mucho agrupar media docena de ellos con una calidad mas o menos aceptable. Pienso que no debiera tomarse como condición sinecuanum y única, el solo hecho de ser miembro del Ateneo Cultural de Castellón para exponer “la obra” al publico, esta debe estar respaldada por una calidad manifestada bien en la propuesta temática, o por la técnica empleada (y si es por ambas mejor) pero en ningún caso se debiera permitir esta brutal explosión de falta de calidad, mediocridad y mal gusto que vemos reflejada en esta muy aficionada muestra, donde casi se le hiere la vista, a todo aquel que la visita. Cada vez que se trata de mezclar diferentes niveles de calidad en Arte, para de ese modo optar por una propuesta más “democrático-bondadosas” el producto que se logra como resultado suele ser bastante anodino y paupérrimo, pues la calidad en arte no puede ser medida por esas pautas o patrones de conductas que más tienen que ver con organizaciones benéficas, que con aquellas que pretenden ser expositoras oficiales de la cultura de una región o ciudad concreta; la calidad y solo calidad es lo que importa y para ello, los dirigentes del Ateneo Cultural de Castellón, así como los especialistas que organizan estas exposiciones, (si es que hay alguno) deben hacer valer sus criterios a la hora de elegir y seleccionar las obras, pues de lo contrario, seguiremos siendo testigos de la misma “mercadillo-cultura” expositiva, que aparece desafortunadamente con demasiada frecuencia, en el Centro Municipal de Cultura de la calle Antonio Maura 4, resultando sin duda una vergüenza para esta ciudad.

Y hasta aquí, es lo que tenemos en las galerías.

Muchas gracias y hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

27 noviembre 2009

"De la soca". Alegoría a la Mare de Deu del LLedó.

Estimados lectores:

En esta ocasión quiero compartir con todos ustedes, una de mis últimas obras que más me han exigido tiempo de investigación, organización y trabajo, su titulo, “De la soca” que en valenciano significaría algo como “de la raíz”, “de origen” en referencia a aquello que es autóctono y distinguido del lugar, como es sin duda para el pueblo de Castellón su patrona, la Virgen del LLedó o Virgen del Lidón.

Como algunos de ustedes conocen, fuimos invitados un grupo de 16 artistas de Castellón, para realizar una exposición colectiva en alegoría a la Virgen del Lidón, y sin duda fue para mí todo un privilegio, que yo fuera uno de esos elegidos.

Pretendo con este artículo acercarlos a aquellos aspectos simbólicos que he tenido en cuenta a la hora de realizar esta obra y a pesar de la extensión del mismo, espero que les resulte de vuestro interés y agrado. Sin más preámbulo he aquí “De la soca” una alegoría a la Mare de Deu del LLedó.

Cuando la leyenda se convierte en mito…
El hallazgo milagroso o “Troballa”, como se diría en Valenciano

Se cuenta que allá por el año 1366, un humilde labrador, (o “llaurador” como se dijera en valenciano) de nombre Perot de Granyana, se encontraba arando en el campo con su yunta de bueyes, (pues era necesario preparar bien el terreno para la siembra, el año anterior la cosecha había sido buena, pero para este próximo tenía que ser aun mejor), cuando de pronto, debajo de un robusto y despoblado almez, (en valenciano se le llama "lledoner", de aquí el nombre del atributo a la virgen según se castellanice: LIDÓN o se valencianice: LLEDÓ) el caso fue que la pareja de bueyes se postraron ante aquel árbol, sin que el buen Perot pudiera hacerlas continuar con la faena, por más que insistió el buen hombre para que se levantaran la pareja de bueyes quedaron postrados e inmóviles debajo de aquel “lledoner”. Al acercarse a comprobar cual había sido la causa de aquella brusca parada de sus animales, el asombrado campesino se puso a escarbar, cuando debajo de una gran piedra, Perot encontró una diminuta y antropomorfa figurilla de alabastro de apenas unos 6 centímetros de altura tallada de forma tosca y un tanto primitiva donde se podía apreciar, no con cierta dificultad, la imagen de una figura de mujer, con sus dos manos unidas al pecho en posición de orar. Sorprendido, Perot, tomó la figura y se dispuso a dar cuenta de lo acontecido a las autoridades del pueblo, ¡todos debían saber lo que había sucedido en aquel lugar! Perot sorprendido se preguntaba una y otra vez ¿Cómo era posible que aquella diminuta figurilla hubiera hecho detener sin más, la fuerza bruta de sus nobles bestias de labranza?, ¿Cómo había sido posible aquello a lo que la lógica no podía dar respuesta? Al ser ya un poco tarde, las dependencias municipales se encontraban cerradas, lo que obligó a Perot a retirarse esa tarde a su casa con aquella diminuta y misteriosa talla. Ya en la tranquilidad de su casa, la noche se le hizo larga al buen Perot y no fueron pocos los sueños y sobresaltos que le acompañaron, muy lógicos después de tantas emociones vividas durante el día.

A la mañana siguiente, cuando este se disponía a llevarla a las autoridades para enseñarla y dar parte de lo ocurrido, se encontró con que la figura había desaparecido de su casa, el misterio reaparecía nuevamente para aumentar la sorpresa de aquel hombre, pues no tenía Perot en su casa más compañía que su fiel perro, incapaz de haberla hecho desaparecer. De pronto, Perot, sintió un extraño impulso de regresar nuevamente al huerto, al mismo lugar donde se la había encontrado el día anterior y allí fue a buscarla, al llegar al lugar, algo aumentó aun más su sorpresa cuando pudo comprobar que aquella diminuta figurilla de alabastro, descansaba inmóvil en el mismo lugar, en la misma posición que se la había encontrado el día anterior y aun más reluciente. Confuso y muy nervioso, Perot la tomó entre sus manos nuevamente y corrió a contárselo a las autoridades de la ciudad y de paso mostrarles la prueba de lo ocurrido.

Al llegar al consejo municipal, nadie le creyó aquella fantástica historia al buen Perot y muchos pensaron que era episodio de locos o de borrachos, no obstante a ello, se quedaron temporalmente con la figurilla y le invitaron a que se retirara a su casa a descansar. A pesar de la incredulidad que estos mostraron ante los hechos contados por el buen Perot, decidieron aceptar la pieza para analizarla y testar al día siguiente los pormenores del hallazgo en el libro de registros. Una noche más que debería pasar la Virgen fuera de su “Lledoner” pero ¿cual fue la sorpresa que al día siguiente tuvieron las autoridades municipales al ir a buscarla?, pues como en la vez anterior, la figurilla había desaparecido, obligando a aquellos funcionarios incrédulos, a pedir que buscaran de inmediato a Perot, para que les dijera cual era el lugar donde la había encontrado, el hecho ocasiono gran revuelo y la noticia corrió por toda a comarca, provocando que un gran número de personas se dieran cita para acompañar a Perot.

No tardo mucho en aparecer el buen hombre en aquellas dependencias para guiarlos hasta el lugar de la “troballa” (hallazgo), al llegar al allí y bajo el mismo Lledoner (el que siempre había sido su casa), estaba la hermosa figurilla, que en su origen pudo ser pagana, pero que gracias a la fe que le profesaron aquellos habitantes de la comarca de Castellón, se transformó en una devota imagen de la Virgen María. En aquel feliz y sagrado acontecimiento donde los ángeles acudieron como testigos, quedaron unidos para siempre su imagen con la del pueblo de Castellón, que desde entonces la ha adorado y la ha hecho su venerada patrona. En el lugar del hallazgo, los hombres levantaron un hermoso templo en su gracia y que hoy es punto de peregrinación, paz, recogimiento y encuentro, no solo del pueblo de Castellón, sino de todo aquel que quiera visitarla.

Y este es el relato que la tradición nos ha trasmitido desde aquellos antiguos tiempos hasta nuestros días, y que es el cuerpo teórico que inspira este trabajo.

El retablo.
Su construcción.

Después de documentarme ampliamente sobre el tema, (a mi entender imprescindible siempre que se hagan trabajos sujetos a un contenido concreto) así como una necesaria preparación emocional del motivo, apoyándome para ello en la realización de varias obras a modo de estudio de temas religiosos (dos ejemplos en las imagenes), consideré interesante y muy atractiva la idea desde el punto de vista conceptual, realizar un retablo de tres cuerpos, con la intención de rememorar y recrear una pieza artística de expresión típica de aquella época. Para ello me documente sobre las características constructivas del mismo, uso del pan de oro, reintelado de la madera, imprimaciones clásicas etc. fueron muchas las horas de construcción no solo de los aspectos que tienen que ver con la masonería del mismo, sino también, con los aspectos técnicos a emplear. Por ultimo decidí realizarlo en acrílico sobre lino, este reintelado sobre madera en el cuerpo central del retablo y sobre bastidor en los laterales, así le proporcionaba mayor ligereza a la pieza en su conjunto y una más fácil manera de plegarlo cuando fuera a cerrarse gracias al uso de bisagras,

El retablo, los símbolos alegóricos.

Cuando el retablo se encuentra cerrado, la escena que vemos representada es la de dos ángeles custodios (el del día y el de la noche) que se afanan por mantener a salvo la luz de la fe, que aparece con máxima iluminación en la parte central de la composición radial del cuadro, punto donde he colocado un sencillo cerrojo, para dar comienzo una vez abierto, a la lectura visual del desarrollo del mito. Esta escena se desarrolla debajo de dos arcos góticos, aludiendo con ello al estilo arquitectónico de las construcciones religiosas de ese periodo del arte; un elemento típico de estas construcciones y que fue muy desarrollado en ese tiempo, fueron las vidrieras o vitrales circulares, llamados rosetones, algo que he utilizado también como elemento repetidamente simétrico en la parte superior de la composición y donde recreo dos partes del escudo representativo de Castellón, en uno el castillo de las tres torres y en el otro, las cuatro barras de Aragón, simbolizando la antigua posesión de los territorios provinciales a la Corona de Aragón (más correctamente al Reino de Valencia). Una vez abierto el retablo, la obra se vuelve muy alegre tanto en su luz como en su cromatismo (muy alejado de la herencia Gótico - Barroca donde se trataban estos temas) mi intención con ello es hacer alusión a un hecho que debe ser motivo de felicidad y alegría para todos los creyentes en la Virgen, así como también hacer referencia a su aproximación al pueblo. En el cuerpo central del retablo, aparecen los elementos protagonistas de tan representativa historia, por un lado, tenemos coronando la escena en la parte central superior, a la Virgen de Lledó, debajo se encuentra Perot de Granyana con su yunta de bueyes, descubriendo debajo de una piedra, la luz de la fe que simboliza la estatuilla encontrada, también esta presente en el centro el Lledoner que sirve como elemento compositivo de vínculo a los tres cuerpos, la organización de estos tres elementos en la composición de la obra, responde a su significado esotérico y metafísico en su aspecto conceptual, por un lado en la parte superior, el lugar de lo ideal, abstracto y eterno, representado por la imagen de la virgen y por otro, lo concreto, mortal y humano que es representado por Perot de Granyana; el Lledoner es el símbolo de identidad, distinción de lugar y vinculo entre los dos mundos.

En el cuerpo de la Izquierda (estando de frente al retablo abierto) se puede apreciar un hermoso ángel de luz y pureza, simbolizando el momento del feliz encuentro de la Virgen con el pueblo de Castellón. A la derecha está representada la actual basílica donde se custodia y venera a la imagen. En la parte superior de este mismo cuerpo vemos una rama del despoblado Lledoner (Almez) donde intencionadamente se han pintado solo tres hojas con su fruto, haciendo una clara alusión al número místico de la trinidad (3). El cielo del retablo refleja a través de su cromatismo, distintas alturas del sol haciendo alusión a los tres días en que transcurrieron los hechos, por esa razón se aprecian tonos anaranjados, con mayor y menos nubosidad, así como un cielo de azul claro despejado, muy representativo de la luz del medio día. En la parte inferior que comprende todo el retablo, es decir los tres cuerpos, la composición descansa en líneas y planos ondulados de gran sensualidad y dinamismo, aludiendo a dos características geográficas principales del lugar donde se produce la “Troballa”, por un lado, la topografía del terreno de la provincia de Castellón, la cual está considerada la segunda provincia en altura topográfica media de toda España y la segunda acepción, su proximidad con el mar, sin duda dos singulares características que acompañan a la leyenda, con un atractivo y sensual escenario.

Y hasta aquí mi trabajo, espero que lo hayan disfrutado.

Muchas gracias

Amaury Suárez

24 octubre 2009

“Versionando” la versión de Lorenzo.

Estimados lectores:


Generalmente cuando se pretende hacer una versión de algo, o como se suele decir ahora “versionar” una(s) obra(s) conocida(s) sean estas musicales, teatrales, literarias, cinematográficas o de cualquier otra disciplina artística, es porque la “nueva” propuesta que se nos presenta, procura, tiene o persigue exponer, un punto de vista diferente sobre aquella que, al menos en apariencia, la tenemos como muy conocida, tratándose de revelar con ese acto, una “nueva” versión sobre una realidad que pretende ser mucho más personal, reivindicativa, innovadora, reflexiva, contestataria o critica con el original, independientemente de que siempre la idea originaria adquiere una supremacía sobre cualquier versión que se haga de ella, por el solo hecho de servir como inspiración a la nueva propuesta y solo en raras excepciones, es que podemos ver y comprobar, que las segundas partes resultan ser mejores que las primeras.


De no producirse ese efecto, lo que obtendríamos sería una repetitiva y muy mala aproximación al original, que lejos de honrar a la fuente inspiradora de donde se parte la convierte en un patético homenaje de imitación más propio de superfluos copistas, o en el mejor de los casos, “artistas” de poca monta, que poco o nada aportan con su trabajo al ámbito artístico, los cuales hubiese sido mucho más gratificante, que ante la osadía de exponer la desafortunada “versión” preferiblemente ésta nunca hubiera salido a la luz.


Si esto sucede en las Bellas Artes, concretamente en la pintura, la irresponsabilidad y el riesgo que asume quien mal utiliza ese recurso de apropiación para “versionar” es aun más alto, haciéndose más penoso y desafortunado pues hoy en día, siempre habrá un libro o una imagen publicada de muy buena calidad y si es preciso, a todo color, que ponga de manifiesto el fraude o la falta de talento de quien se atreva a hacerlo, y que actuará como un despiadado critico ante la “nueva” versión de la propuesta, poniendo en clara evidencia la mediocridad no solo del discurso en la “nueva versión”, sino también la de su propio autor.


El recurso de apropiación, al menos en su sentido semántico, es algo que de alguna manera, siempre ha estado presente en la historia del arte (concretamente en la pintura) este ha sido utilizado por los artistas a través de los tiempos. Desde la apropiación directa e inspiradora de la realidad objetual, (paisaje, bodegones y figuras humanas reales o idealizadas) hasta los motivos y las escenas mitológicas, bélicas o religiosas, que luego de ser tratadas por los primeros maestros, eran retomadas por los discípulos y que en muchos casos, se veían superados por estos. Otra manifestación de apropiación la hemos visto y aun la seguimos viendo, en las marcadas influencias de las escuelas y los maestros, que con un equivocado o precario enfoque de la docencia y la pedagogía, eclipsan la personalidad pictórica de los alumnos, lo cual trae como consecuencia la difícil tarea de reconocer la autentica “mano” del discípulo, de ahí la recurrida frase de…, “esa obra, o ese pintor, pertenecen a la escuela de tal maestro”.


Pero no es hasta el declive de las vanguardias y concretamente a partir de la década del los años 70, bajo el pretexto de las modas post modernas, que este recurso de apropiación alcanza un mayor uso y además un significado muy diferente a su definición semántica, donde la obra de arte pierde su condición de única y exclusiva, para transformarse en un recurso de pertenencia colectiva o lo que es lo mismo, un recurso iconográfico de todos. En su aspecto formal, la obra puede ser compartida por varios autores, pero siempre y so pretexto, de una clara intención conceptual que se debe ilustrar en una propuesta nueva o al menos; de incuestionable diferencia con la fuente de donde se parte, el artista no solo recrea una segunda o tercera realidad con su nueva obra, sino que además, y más importante aun, un nuevo discurso, apoyándose para ello en una iconografía ya tratada anteriormente por otro artista. Esta nueva condición de apropiación en el uso de la imagen, trae consigo que el “nuevo” resultado recreado, muchas veces fluctúe dentro del peligroso equilibrio que hay entre el coherente y bien aplicado uso del recurso de apropiación, (sustentado en su justificación conceptual) las evidentes influencias que intervienen en una interpretación o recreación “confusa” y la copia más insolente, vacía y burda, desprovista de un autentico valor, muy propia de aquellos que solo saben beber de la superficie de las cosas y no de la verdadera esencia de las mismas.


De la obra de la que hoy voy a opinar, es de la que surge recientemente del trabajo del pintor Lorenzo Ramírez (Borriol 1952). Un pintor (ex empleado de banca) de notable dibujo y con gran afición por el color, a veces tratado “hermosamente” gratuito en el uso que aplica en sus cuadros. Los temas que generalmente este pintor ha abordado con sus trabajos, (al menos desde hace 19 años) han sido el de las escenas costumbristas, principalmente las taurinas y las que recrean ilustrativas alegorías de las fiestas tradicionales de Castellón, y también el paisaje mediterráneo, este ultimo, con gran influencia del maestro Juan Bautista Porcar Ripollés (1889 -1974) principalmente en su aspecto compositivo, colocando intencionadamente los horizontes bajos, para atribuirle mayor protagonismo al espacio que ocupa el cielo, en la obra paisajística.


La indiscutible afición de Lorenzo por la pintura, la constancia y dedicación en sus cuadros por los temas regionales, así como su activa participación en otras asociaciones culturales como es el caso de su ingreso en los Caballeros Templarios de Castellón (que le han designado como Maestro Templario el pasado año 2008) han hecho posible su popularidad a nivel local en los ambientes culturales. Recientemente ha inaugurado una exposición en la galería Real, titulada “Morir por amor” en la que nos ofrece su particular visión pictórica del drama histórico de los Amantes de Teruel, tema que reside en lo histórico – costumbrista, en el que Lorenzo, se hace más singular y notable, aun cuando por razones de preferencia personal, no voy a opinar de esta exposición hoy.


Pero sí voy a hacerlo de una pasada muestra (repetida en dos ocasiones) que este pintor expuso primero en las Aulas, en marzo del 2008 y luego en el castillo de Peñíscola el pasado agosto de este año 2009 y que en ambas ocasiones tituló “Versionando a Picasso”. Como dice el sabio refranero popular, “All that is gold does not glitter” algo que con estas pasadas exposiciones de este pintor y que hoy voy a comentar, resulta ser una oportuna frase para ilustrar un buen ejemplo de ello.


Como ya queda explicado al principio de este artículo, la simple repetición de los patrones formales de la obra referente, no basta para recrear una nueva versión o realidad, mucho menos para aportar un nuevo discurso o resultado artístico, ya que es necesario penetrar en el significado de las intenciones conceptuales de un tema, para hacer más elevada nuestra propuesta; no basta con cambiar la composición, hacer mas “lindo” el color o dibujar del original, temerosas alteraciones de su forma para llegar a un resultado verdaderamente valioso. Es necesario aportar algo más, no basta con estudiar el continente, sino además el contenido de la fuente de donde partimos, pues de lo contrario, nuestra lectura se hace simple, insulsa y de trivialidad aficionada.


Pienso que para versionar la obra de Picasso con verdadera objetividad y respeto al maestro, es necesario ser algo más que un pintor con dotes y aficiones, no se trata de recrear la forma esquemática de su dibujo en su distinguida y universal etapa, que por otra parte, es siempre la que suelen utilizar para los “experimentos”, (sean estos en forma de huevo o para hacer versiones mas o menos amables de color) quizás sea porque se piensa equivocadamente que es esta la mas fácil de resolver, pero no se trata de hacer un parecido exterior y superficial de sus cuadros, sino de estudiar seriamente las causas que motivaron esa aparente “sencillez” y ese esquematismo expresivo de su dibujo, solo así, se puede beber de su realidad universal; pues como el mismo genio malagueño dijera, “Realismo no es hacer las cosas reales, sino la realidad de las cosas”.


Espero y deseo que para la próxima versión que Lorenzo Ramírez haga de otro artista (si es que hay otra) tenga muy en cuenta estas consideraciones y sepa ver mucho más que las simples apariencias, sin duda el resultado de su trabajo se hará realmente serio y respetuoso con la fuente inspiradora, pues de lo contrario, volveremos a ser testigos de una simple caricatura como esta que nos ha presentado en dos ocasiones y que espero no exista una tercera, pues aunque agradable en su color y vistoso en los formatos de los cuadros de la muestra, no deja de ser solo una graciosa versión de aficionado que sinceramente pienso no le hace justicia, pues creo que en arte se debe aspirar a algo más, no solo por el bien de nuestros ojos e intelecto, sino por el del propio pintor.


Muchas gracias y hasta la próxima entrega.


Amaury Suárez


In memoria: Este artículo fue escrito a solo unas horas de cumplirse un aniversario más del natalicio del maestro, Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 25 de octubre de 1881) sirva este como recuerdo.

16 octubre 2009

Juan Ripollés en Alicante, La huella de los violentos

Estimados lectores.

Como ya muchos de ustedes conocen, el pasado sábado 3 de Octubre aparece en los diferentes medios de comunicación, principalmente la prensa escrita regional, la desafortunada y muy desagradable noticia de los actos de vandalismo producido en Alicante, por parte de unos desvergonzados que amparados en la oscuridad de la noche, ocasionaron serios daños a varias esculturas de las 19 que componían la exposición al aire libre, titulada “Universo Urbano” del artista castellonense Juan Ripollés, llegando incluso a lanzar dos de ellas al mar. Si bien es cierto que lamentables actos como estos, no es la primera vez que sufre la obra de este artista, (en Holanda y en Palma de Mallorca según cuenta para la prensa el propio autor) no hay derecho, como tampoco la más mínima justificación para que actos tan lamentables como estos se produzcan. Y sería muy conveniente que aquellos que en sus manos está la responsabilidad de garantizar la educación integral de los más jóvenes, como son los padres, profesores, políticos y jueces, tomaran buena nota de ello, pues de no atajarse a tiempo estas cuestiones, sin duda trascendentales para llevar a cabo la construcción de una sociedad mucho mejor en el futuro, nos conducirían inexorablemente por el triste camino de la barbarie y del caos.

Cierto es que el vandalismo en arte es un fenómeno que pudiéramos considerar de alcance universal, ya que desafortunadamente sus consecuencias y resultados, suelen lamentarse con relativa frecuencia en distintas partes del mundo, actos que casi siempre están ocasionados por la intervención de factores tanto objetivos como subjetivos que lo provocan.

Algunos estudiosos de este tema plantean, que a medida que avanzan las sociedades modernas y con ellas, una visión funcional y estética de sus diseños urbanísticos más globalizados, van apareciendo escenarios muchos mas impersonales y diluidos en una estética universal, carentes de la distinción y sentido de apropiación o de pertenencia por parte de las poblaciones que en ellas habitan, (principalmente la que ataña a los mas jóvenes) algo que sin duda, sí aportan la huella dejada por las culturas de los pueblos y las tradiciones de las regiones. Esto que además es estimulado por la falta de políticas de educación cívica, ética y estética, van favoreciendo negativamente hacia una perdida consiente de los valores positivos en sus poblaciones, algo que pudiera propiciar el surgimiento de grupos que no se relacionan, ni se corresponden con dichos escenarios.

En el pasado reciente, obras de arte de altísimo valor cultural han sido destruidas o dañadas por elementos perturbados que han querido llamar la atención sobre sí mismos, o sobre los movimientos ideológicos que representan. La mutilación es obra de elementos desadaptados y violentos de inconcebible aceptación en el seno de una sociedad democrática y civilizada. Un ilustrativo y desafortunado ejemplo de ello lo fue, la destrucción por el Talibán de Afganistán, de las dos esculturas de Buda de escala monumental en el Valle de Bamiyán, como también el daño ocasionado hace dos años al cuadro de Claude Monet titulado “El puente de Argenteuil” el cual resultó seriamente dañado por unos jóvenes en estado de embriaguez que entraron en el Museo de Orsay.


Tanto la intolerancia fundamentalista en una, como la incultura no solo estética, sino también de las más elementales normas de conducta y urbanidad en la otra, fueron la simiente de un lamentable desenlace que nos ataña a todos.

Es por ello que desde este humilde lugar, quiero dejar patente mí más enérgica repulsa a este tipo de comportamientos que realizan estos irracionales y despreciables personajes, que lo único que son capaces de reflejar con estos actos es la incapacidad intelectual y humana que poseen, alguien dijo una vez, la violencia es el último refugio del incompetente, pues bien, lo ocurrido en Alicante con las escultura de Juan Ripollés, es un buen ejemplo de ello.

Muchas gracias y hasta la próxima entrega.


Amaury Suárez

03 octubre 2009

Nada personal, con Pepe Personal.

Estimados lectores:

El pasado jueves día 1 de Octubre, fue inaugurada en el Centro Municipal de Cultura de la calle Antonio Maura, una exposición de esculturas del conocido artista, José García Personal, para los amigos, “Pepe” Personal (Murcia 1944) una muestra que independientemente de su buena calidad, sinceramente no me despertó gran sorpresa, pues algunas de las piezas que se exponían, ya las habían visto en otras exposiciones colectivas (pienso que esta observación se debiera tener en cuenta para la próxima vez, pues el factor sorpresa es muy importante, a la hora de hacer una exposición individual) a pesar de ello, cabe señalar de manera destacada y positiva, la calidez y belleza del conjunto, quizás por el soporte elegido en la gran mayoría de las esculturas, (la madera) con la que el autor trabaja asiduamente, siendo algo que garantiza y aporta esa noble sensación de complacencia en el publico que la visita.

Dándonos la bienvenida a la exposición, somos recibidos por un conjunto de fotografías a color, donde el autor como único protagonista de las escenas, nos ilustra de manera testimonial y con un marcado carácter didáctico, (por otra parte, muy poco usual en estas exposiciones individuales) el proceso de realización de sus obras, el cual abarca varias etapas, que van desde aquella que responde a la selección y elección del objeto encontrado en el entorno, hasta la transformación que luego sufren en las manos del artista, ya en el estudio.

La obra de Pepe Personal, manifiesta con meridiana claridad, los antecedentes de las dos principales tendencias o fuentes de donde bebe, las cuales surgen en etapas diferentes y algo distantes en el tiempo, y que se corresponden con los movimientos artísticos del arte moderno del pasado siglo XX, por un lado, y la más destacada de las dos influencias, es sin duda la del Dadaísmo, claro que en este caso, sólo en lo que se refiere a la envoltura formal o “exterior” de sus iconografías, apreciándose en la exposición una “peligrosa” y a mi juicio, molesta similitud con una pieza emblemática del movimiento Dada, como es el caso de la representación de una “rueda de bicicleta” y que tanto me recuerda a su pretérita homóloga de 1913 y primer “ready made” del destacado artista franco-estadounidense Marcel Duchamp; (en la foto) y que a diferencia de la que hiciera este universal artista en aquellos momentos, donde más que su preocupación por los aspectos de la belleza estética y cuidado de la técnica tradicional, adquiere mayor peso lo conceptual, basado fundamentalmente en la elección accidental, cuasi “divina” por parte del artista, para descontextualizar a los objetos encontrados y así poder elevarlos a categoría de “objeto de arte” con una mínima o nula intervención o manipulación humana; en las obras de Pepe Personal, el factor “de selección” sí está condicionado por un sentido estético y discursivo de la pieza, donde existe un claro realce de la categoría de lo bello y donde se aprecia una cuidada y exquisita elaboración en las técnicas de representación en el soporte madera, haciéndose palpable la gran destreza y el buen manejo del oficio; que denota sus valiosas dotes de restaurador, de ahí que considere que la influencia del Dadaísmo en la obra de Pepe Personal, es solo en su apariencia formal, pues el fundamento conceptual del movimiento Dadaísta está amparado en la intención de destruir todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte, sin reparar en lo más mínimo en esas cuestiones que evocan a la complacencia estética por el gusto o por lo "bien hecho" técnicamente, sino más bien todo lo contrario, llegando incluso a cuestionar la propia existencia del arte.

La otra influencia que he visto destacar en la exposición de Pepe Personal, es la del arte Povera, una tendencia que se da a conocer a finales de los años sesenta del pasado siglo, (de ahí mi referencia a los dos momentos distantes en el tiempo) cuyos creadores utilizaban materiales en sus obras considerados “pobres” (de ahí la voz italiana de Povera) materiales de muy fácil obtención como la madera, la piedra, la arcilla, o también aquellos que solemos llamar de desecho o reciclados y por lo tanto carentes de valor, y que una vez trasformado por la mano creadora del artista, adquieren una nueva dimensión y valor en el terreno del arte.

Hay quizás solo un pequeño elemento que a mi juicio desentona con el lenguaje, la calidad escultórica y la fuerza expresiva de las piezas, algo que incluso la convierte en un resultado más artesanal y aficionado, de muy bajo nivel, que si bien no forma parte del cuerpo de las piezas, el autor la utiliza como elemento de terminación y presentación, me refiero a la pequeña chapilla dorada a modo de firma, con el nombre del autor. Quizás fuera preferible el recurso del grabado, grafiado, pirograbado o simplemente ocultar o integrar la firma a la pieza, que utilizar ese recurso que es sin duda más propio de un modesto artesano de mercadillo, que de un escultor como sin duda lo es Pepe Personal

Pero a pesar de ese detalle, la muestra que esta vez nos trae Personal, imprime un gusto por la nobleza de los materiales que trabaja (fundamentalmente la madera) haciendo del sugerente accidente del hallazgo, un noble pretexto para el discurso, a veces anecdótico, otras más trascendental y existencialista, pero en cualquier caso, muy atractivo y cuidado en la técnica, capaz de sacar de un trozo de madera tosco y carcomido por los insectos y el tiempo, toda la experiencia contenida en esa hermosa expresividad que sabe utilizar, combinando tanto los diversos materiales, como sus aplicaciones y procedimientos, es decir lo textural con la exquisitez de la factura en el tratamiento. Sin duda una hermosa exposición, llena de nobleza recogida no solo en su obra, sino también en el propio autor, por todo ello, en hora buena y espero que lo de la “chapilla” mi querido Personal, no te lo tomes como algo “personal”.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

29 septiembre 2009

Traver Griñó, Genio y Figura.

Estimados lectores,

Desde mi llegada y posterior residencia a esta comarca de la Plana Alta, lugar donde las huertas tradicionales son bañadas aun por el río Mijares, a este territorio vecino del apacible y silencioso mar Mediterráneo, ese maravilloso cronista y testigo mudo del paso de tantas y tantas civilizaciones y culturas, que hoy sigue conservando lo hermosamente mágico de su luz y su inmensidad inspiradora para muchos artistas; tuve la posibilidad y el privilegio, de contemplar las obras de algunos artistas locales. Reconozco que no todos me sorprendieron de la misma manera, algunos pintores y sus obras, pasaron indiferentes ante mis ojos, otros, me hacían reflexionar y cuestionar, sobre su exagerada popularidad y sobre esas, a mi entender, casi nulas aportaciones, que dicen hace con su trabajo al arte. Incluso hoy, 15 años después de aquello, me siguen resultando incomprensibles esos supuestos y tan cacareados “valores artísticos”; afortunadamente, también encontré a un pequeño grupo de artistas, entre los que se encontraba el que es hoy nuestro protagonista, con hermosas obras llenas de singular vitalidad, frescura y belleza, con técnicas de elevada factura en su realización y sugerentes temas que hablaban con orgullo de lo autentico de su región, algo que resulta verdaderamente importante para ese factor que nos habla de la universalidad del arte y que tanto se corresponde con la cultura, idiosincrasia y las formas de vida de sus pueblos, obras que hablaban de sus costumbres y tradiciones en esa singularidad que encierra ser por ejemplo castellonense, mediterráneo, español y europeo. Hay quienes piensan, que se es más “original” y “moderno” mientras más hermético, incomprensible y alejado se muestra en el discurso artístico, o mientras más se mimetiza con lo que venga de fuera y quien así lo piense, se equivoca; pues nadie será más original, que aquel que es capaz de mostrar al mundo lo verdaderamente singular y autentico de lo suyo, aquello que lo hace único e irrepetible ante los demás.

Pues bien, dentro de aquellos magníficos artistas se encontraba el maestro, Traver Griñó, tristemente desaparecido recientemente (2-abril-1931 a 17-marzo-2008) uno de los pintores que más me han impresionado por la destreza en el manejo de la técnica de la acuarela (sin duda la más difícil de todas las que abarca la pintura) he visto pocos pintores en el mundo que la hayan ejecutado con tanta habilidad, fuerza y belleza, motivo por el cual siempre lo hice merecedor de mi admiración y del respeto por su obra.

Griñó, era un artista polémico y muy temperamental, lo conocí portando una característica boina que escondía su larga pero poco poblada melena canosa, de jocosa mirada miope, gustaba mucho de la broma fácil y se sabía maestro de una excelente técnica, el amor por la caricatura, lo hizo presentar sus trabajos en un pintoresco pueblito de mi país, San Antonio de los Baños (Cuba) donde le concedieron un importante premio, estaba muy orgulloso de ello, y cada vez que nos veíamos charlábamos de lo que era para él una importante experiencia y sin duda un merecido reconocimiento. Era un hombre muy directo y claro, algo arrogante, pero sin pedantería, sabía donde hablar y también donde prestar atención, admiraba el conocimiento en aquellos que habíamos tenido la posibilidad de estudios superiores, pero no se sentía inferior, era consciente de sus magníficas dotes como dibujante y sobre todo, se sabía conocedor de su excelente manejo en la acuarela, supongo que a veces, su exagerada sinceridad, y la manera de ser y actuar, contrastaban con algunos pensamientos más tradicionales y pueblerinos, a veces exageradamente prudentes, muy reservados e incluso hipócritas de algunos de sus colegas, de ahí que tuviera muchos conocidos, pero en realidad pocos amigos en el gremio.

Sentí mucho dolor cuando vi “desaparecer” su mural “El camino de la vida” pintado sobre una pared medianera de la plaza de Clavé, y creo recordar haber leído en alguna parte, que fue un encargo del Ayuntamiento de Castellón en el año 1987. En ese lugar hace unos pocos años atrás, la construcción de un edificio que aumentó inexplicablemente de altura, lo dejó prácticamente oculto, motivo este que le ocasionó al artista, un gran pesar y un lógico disgusto. Es curioso como hay quienes tienen muchísima “suerte” para exhibir sus obras en esta ciudad, independientemente de su propuesta y calidad estética, algo que incluso llega a ser inexplicablemente incompresible, como incomprensible y falto de sentido armónico de lo estético, es que alguien pensara en cubrir con un gigantesco septópodo “sol” amarillo pollo, la fachada azul eléctrico de un edificio del Grao de Castellón (quizás esa sea la razón por la cual, se incrementa tanto las ventas de gafas de sol, en los vecinos que habitan próximos a tan singular obra), pero bueno bromas a parte, lo cierto es que con ejemplos como este, se seguirá haciendo méritos para continuar siendo una ciudad de cuestionada belleza y orden en su aspecto urbanístico, como sus propios habitantes reconocen con cierto sonrojo.

Independientemente de esta incuestionable y absurda realidad, Castellón también puede presumir de excelentes artistas, que a pesar de todo, siempre tendrán el reconocimiento y el respeto, de los que seguimos creyendo en la nobleza del arte, en la autentica calidad que sabe alzarse por si sola, sin compadrazgos de ningún tipo, revestido de la única verdad que hace libre y autentico al verdadero arte. En donde Castellón se honra con la digna presencia del maestro Traver Griñó.

Por todo ello, muchas gracias maestro por tu obra, esta ciudad está en deuda con usted.

Muchas gracias a todos y hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

18 septiembre 2009

“Desde el silencio”, mutismo irrelevante en esta exposición de Amparo Fosati.

Estimados lectores.

Hoy les traigo un nuevo articulo de opinión, para hablarles de la recién inaugurada exposición titulada “Desde el silencio”, de la Licenciada y Doctora en Bellas Artes, Amparo Fosati, la cual esta abierta al público en la Sala Bancaja Hucha, en la calle Enmedio, 82 hasta el próximo día 30 del presente mes de Septiembre.

Debo confesar la curiosa sorpresa que esta muestra me ocasionó al verla por primera vez, pues estaba plenamente convencido de que se trataba de una de esas tantas exposiciones de tipo social, que se vienen realizando en este centro, a cargo de pintores aficionados (algunos de ellos miembros del Ateneo Cultural de Castellón) amas de casa o de algún alumnos de los talleres-escuelas existentes en esta ciudad, algo que de haber sido así, no justificaría la aparición de este nuevo articulo en el blog, pues considero justo y necesario, que personas noveles y aficionadas, que se inician en las artes del dibujo y el color, o de las bellas artes en general, deben ser corregidas y dirigidas primero por sus maestros, antes de enfrentarse públicamente a una valoración más profunda y critica de su quehacer artístico y creador; pero tratándose de toda una profesional como sin duda es el caso de Amparo Fosati, entonces me permito la licencia de valorarlo en su justa medida y compartir con todos ustedes mi opinión, en coherencia con los objetivos de instruir y educar el gusto estético de aquellos que se acercan con afición, sensibilidad o simple curiosidad, al mundo de las bellas artes (especialmente al de la pintura) objetivos que he tratado de alcanzar siempre con este blog.

Entrando en materia, tengo que decir que la muestra que en esta ocasión nos trae “Desde el silencio” Amparo Fosati, es de una expresión pobre y muy decepcionante, si la comparamos con su curriculum que es abalado por una formación profesional y académica. Sus trabajos hechos con aplicaciones de collages, técnicas mixtas y acrílicos, son más propios de la resultante de un simple y vulgar taller de decoración de interiorismo, en donde la manipulación elemental de la técnica y los procedimientos, responden a una anodina expresión de lo meramente estético, donde solo en lo casuístico de la experimentación y el accidente, es donde se alcanza un único valor aburrido y simple de lo estético, carente de toda aportación no solo formal, (por lo repetitivo y pueril de la resultante) sino también desde el punto de vista del concepto. Los trabajos que aquí se exhiben, no tienen realmente más valor, que aquellos que podemos encontrar y comprar en las grandes superficies comerciales o tiendas de decoración, independientemente de las nobles intenciones conceptuales que su autora quiere transmitir con ellos, pero que en ningún modo, esto se ve respaldado por la imagen, que resulta insustancial, poco elevada y nada profesional.

Siempre he sido del criterio, al menos en Arte que es de lo que conozco algo (aunque imagino que ocurrirá igual en otras ramas del saber) que son los resultados, los únicos responsables de marcar una diferencia real del verdadero conocimiento, la obra o resultante, debe ser la más clara expresión y demostración que debe distinguirnos de aquel que aun transita por el camino del aprendizaje, de la perfección técnica y la maduración conceptual, en busca de la anhelada profesionalidad; son los resultados, y no los títulos académicos, los únicos y verdaderos responsables y capaces de distinguirnos en esta carrera, pues de no ser así, estos solo servirían para llenar paredes, envolver el pescado fresco que compramos en la lonja o darle un uso mas escatológico. No dudo de los conocimientos que Amparo Fosati, pudiera tener en el terreno académico de la teoría, la pedagogía o la docencia (sobre todo con niños) porque he estado buscando y leyendo su larga experiencia que en este campo le avala, y creo sinceramente que de manera muy meritoria y honorable, pero en lo que al ejercicio de la pintura se refiere, es mejor que reflexione desde la mas sincera autocrítica, sobre sus reales capacidades y aptitudes creativas y de oficio, que le permitan aportar algún valor, en el terreno de lo formal y también en el de las ideas, pues he tenido y tengo algunos alumnos en mi estudio-taller, que aun sin títulos de bellas artes, pero con incuestionables aptitudes artísticas, creativas y de ejecución en el oficio, sus trabajos manifiestan claramente, propuestas más interesantes, novedosas y serias, con resultados mucho más profesionales, que las que vemos en esta muestra y eso estimados lectores, resulta realmente patético y muy decepcionante.

Sus trabajos, mezcla de un pobre y trasnochado informalismo con una “ingenua” y tosca figuración, nos arrojan hacia un resultado de gran pobreza visual, compositiva y cromática, donde lo más interesante desde el punto de vista conceptual, es un pequeño folio escrito, que nos da la bienvenida a la muestra, y que nos introduce en las intenciones y objetivos que persigue la autora con esta exposición, quizás hubiera sido mejor y preferible, que escribiera un ensayo o una nueva tesis de investigación sobre el tema, que atreverse a representarlo con imágenes.

Su intención conceptual está basada en la repercusión, manifestación y cualidad polisemica e intencional del silencio del ser humano, en la paradójica fuerza expresiva que tiene el callar, desde lo individual hacia lo colectivo, pero también de lo colectivo a lo individual, también como herramienta de reclamo de virtuosos y sagrados derechos sociales, políticos y humanos, específicamente en la defensa genérica de lo femenino.

Sin duda, es una interesante propuesta teórico-conceptual, que en la práctica podría resultar muy atractiva, incluso para una posible nueva tesis doctoral, pero que sin duda no se ve respaldada en lo más mínimo, por la iconografía elegida en esta exposición, resultando insuficiente e incluso incongruente a todas luces.

Hay muchos teóricos del arte que argumentan, la innegable cualidad o capacidad comunicativa de la imagen artística, de ahí que sea considerado como un valioso recurso de la comunicación y el dialogo, entre el publico de arte y la obra. Pero para que esa comunicación exista, la imagen artística debe ser clara, que no necesariamente descriptiva, coherente al concepto, que no necesariamente simple ilustración de la idea, con lo cual, la comunión entre arte y público debería estar garantizada no solo en su complacencia estética, sino también en su coherencia discursiva.

Creo que en esta exposición no ha sido así, en ella reina el silencio, el mas absurdo, callado y vacío silencio, no el silencio reflexivo que busca lo trascendente en lo anecdótico, y de la síntesis, el todo que la justifica, no el silencio de la oración intima del que nos hablaba Benavente, sino el mudo silencio vacío, absoluto e insignificante, que la hace indiferente ante nuestros ojos e insustancial ante nuestros pensamientos. Y viéndola una vez mas, recuerdo a Cicerón cuando dijo, “la verdad se corrompe tanto con la mentira, como con el silencio”, es por ello estimada Amparo, que en este momento, esta exposición no encontró la verdad con tu silencio, quizás en otra ocasión tengas mas suerte y encuentre la frase adecuada con tu pintura, mas que con tus calladas palabras.

Y ahora Shhhiiii… por favor, hagamos un poco de silencio y reflexionemos.

Muchas gracias y hasta la próxima entrega

Amaury Suárez

04 septiembre 2009

El “Organon” de Evaristo Millán, divertimentos de lógica cuestionable.


Estimados lectores.

Una vez terminado el periodo vacacional, abriendo la temporada de exposiciones del centro cultural provincial “Las Aulas”, se exhibe hasta el próximo día 25 de Septiembre, la exposición de Evaristo Millán, titulada “Organon”.



Al margen de la “personalidad apasionada” de este pintor, algo de lo que nos habla en el catalogo de la exposición el siempre amable cronista de la ciudad de Castellón, D. Antonio Gascó, lo cual sinceramente no considero motivo de interés y análisis por mi parte en este articulo por razones lógicas, es una exposición de cuadros, no una consulta con el psicólogo, lo cierto es que la muestra es bastante pobre y aficionada, y carente de todos esos valores estéticos y creativos, que se le atribuyen en las criticas que he podido leer, no sólo en el catalogo de la muestra, sino en la que aparece en los demás medios que se han hecho eco de ella.

Desde el punto de vista conceptual, la exposición no deja de ser una de las tantas que persiguen sin éxito, plasmar la mil veces recurrida temática del retrato, solo que esta vez, como en muchos otros casos, sin aportación estética de ningún tipo. Creo que no hay nada que resaltar como valor estético, ni artístico, en las piezas que hacen clarísimas referencias a las obras de Miguel Ángel, Leonardo y Ribera, a no ser como resultados de simples ejercicios de clase, mas propio de los alumnos de cursos tempranos de las escuelas de bellas artes, que de un profesional (como así se nos hace ver en los medios) también existe una clara incompatibilidad iconográfica en la muestra, donde el pintor ha pretendido (a mi entender de manera incongruente) hacer convivir obras con dos lenguajes, completamente distantes y diametralmente opuestos como son, el figurativo y el abstracto, siendo este ultimo, (el abstracto) igual de pobre y carente de una propuesta novedosa, elemento más que denota una clara concepción aficionada de la muestra y que desde luego no la favorece, hubiera sido preferible y siempre de agradecer, que en este aspecto el pintor hubiese pensado en un concepto mucho más armónico y coherente con la propuesta expositiva.

Muchas veces los “críticos”, aunque conocedores de la historia del arte, pero carentes de los conocimientos técnicos del oficio, confunden y asocian de manera errónea conceptos propios de la especialidad del pintor, como por ejemplo, asocian la expresividad del color, o el colorido de una obra, con el engañoso “colorín”, es decir, el torpe y aficionado manejo del color, sin una lógica que responda a la armonía que debe prevalecer en la atmósfera cromática de la pieza, otras veces, confunden la destreza o soltura del tratamiento de las pinceladas, con el descuido y la tosquedad, donde la diferencia no solo está en la huella que deja la pincelada, sino en el conocimiento de la forma que hay debajo del gesto, de eso sabe mucho Velázquez, Sorolla y Ribera, haciendo referencia con este ultimo, a uno de los “elegidos” de la exposición. Lamento mucho no coincidir en esta ocasión con los críticos que se han referido para definir esta muestra como un hecho “temperamental” e “imaginativo”, como tan poco con aquellos que en su osada comparativa, se han atrevido a relacionar intenciones y objetivos de estos trabajos, con el “inconsciente” lei motiv de la obra Daliniana, aunque por otra parte, coincido plenamente en que en esta muestra de obras de Evaristo Millán no hay ninguna intención de “remover conciencias”, totalmente de acuerdo en eso, pero de ningún tipo, ni sociales, ni intelectuales, ni estéticas, aquí hay solo simples “divertimentos” colgados en las paredes de la galería, lo triste es que a estas alturas de la historia del arte, resultan mucho mas interesantes, revolucionarios y “divertidos” aquellos que nacieron de la mano de un Jackson Pollock, Robert Motherwell, o un conocido y nacional Joan Miró, curiosa paradoja ¿no creen? y hablando de paradojas, algo que llamo mi atención desde el primer momento en esta muestra, fue su titulo “Organon” (que al margen de ser un vocablo griego) es el nombre que recibe el famoso tratado aristotélico que nos habla sobre la lógica, ¿curioso, no? Tanta preocupación del Cum laude discípulo de Platón en los aspectos que derivan de un pensamiento coherente y sin embargo escasa lógica y coherencia, la que hay en alabar y justificar lo que carece de autentico valor, en fin, que como sabiamente decía el ilustre filosofo griego “es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita”.

Hasta la próxima entrega

Amaury Suárez

10 julio 2009

Dos grandes pintores que marcan la diferencia.

Queridos lectores.


Después de haber aparecido en este blog, algunos artículos personales, denunciando y poniendo al descubierto diferentes aspectos carenciales y de pobreza técnico – conceptual, de algunas obras de pintores muy populares y de otras, que se exhiben en nuestra ciudad y por las que se sigue apostando, a mi entender de manera errónea y/o engañosa, para “vendérnoslas” como iconos referentes de “modernidad” y de valores incuestionables, hoy vengo a hablarles (y sin que esto sirva de precedente) de algo muy distinto; dos pintores que realizan obras de autentico valor artístico y desde luego, de una calidad indiscutible.



Dos grandes figuras del Arte de esta región, que aunque muy diferentes, tanto en el método y lenguaje de sus propuestas, como en sus formaciones académicas, ambos representan sin duda para la plástica de Castellón, dos valiosos ejemplos del buen hacer y del buen “decir” en estas tierras de naranjos y “terracota”, ellos no solo elevan la calidad de sus obras en lo referente a los aspectos técnicos, sino que como auténticos virtuosos, las dotan de la vigencia y la frescura en cada una de sus exposiciones, lo cual los hacen merecedores, aun de manera muy insuficiente, de un meritorio lugar en el escenario nacional y más concretamente en lo referente a esta comunidad. Me estoy refiriendo a los maestros, Vicente Traver Calzada y Paco Puig.

Traver Calzada, (Burriana 1945) es un artista de larga formación académica, primero bajo la dirección de otro grande de estas tierras ya desaparecido y a quien tuve ocasión de conocer, el maestro Ramón Catalán, en la escuela de artes y oficios de Castellón, luego San Carlos y mas tarde San Fernando, dos escuelas que recogen en sus historias, lo más valioso de la plástica no solo de España, sino también del mundo. Por último, se marcha a Paris para ampliar estudios y como colofón a su formación especializada, la siempre amada Italia, donde se va a estudiar pintura mural.

Sin duda Traver Calzada es un virtuoso de la técnica, un aman
te de la minuciosidad y la elegancia del dibujo. Durante sus más de 40 años que abarcan los de toda su vida artística, Calzada ha transitado por diversos lenguajes estéticos, así como por varias temáticas y motivaciones, pero siempre desde el común denominador de la corrección y lo exquisitamente hecho, con sus obras ha realizado virtuosos recorridos que van, desde el mas profundo y a veces impenetrable surrealismo, pasando por ejemplos que bien pudieran estar enmarcados en la “new figurative” de los años 70, hasta llegar a un costumbrismo muy entrañable y próximo de gran elegancia y refinado gusto. Es muy dado a utilizar en las composiciones de sus obras, el recurso visual de la secuencialidad y la superposición de la imagen, aportándoles a estas (sus composiciones) mayor dinamismo y distinción, así como una eficaz cualidad de sus lecturas interpretativas, gran virtuoso del color, Calzada se maneja con asombrosa destreza, en las más variadas gamas de colores y la meticulosidad y riqueza tanto de las formas, como del claro oscuro en el dibujo, “cuasi” preciosista, le hace aproximarse con calidez, a una imagen de “ilusión fotográfica” de gran impacto visual.


Uno de los ejemplos más hermosos que podemos disfrutar de este pintor, aunque no el único, lo encontramos en los murales del hall del Palacio de la Diputación de Castellón, donde el pintor nos invita, a través de su obra, a incursionar en la historia de Castellón y sus pueblos, dejándonos un hermoso testimonio de sus gentes, tanto de las más ilustres y conocidas, como de las más sencillas y anónimas, pero que igualmente hacen patria; recreando en el gran formato, tradiciones y lugares de gran significado histórico y emocional, tanto para los que han nacido aquí, como para aquellos que hemos sido acogidos desde la más respetuosa y afectiva amistad. Esta colosal obra puede ser visitada libremente durante toda la semana, en horario laboral, y sería una buena oportunidad, si aun no la conocen, que no dejaran de hacerlo cuanto antes, estoy seguro de que no se arrepentirán y la disfrutaran plenamente.

Por su parte, el entrañable y siempre envuelto en la humildad de los grandes, Paco Puig (Castellón 1934) nos regala en cada obra y en cada exposición, un refrescante “colirio” para nuestros ojos, disfrutar de su obra es entenderla desde la más autentica sensación de gusto y placer. Incansable trabajador de gran constancia y dedicación, le gusta ilusionarse en cada investigación que realiza, sobre las cuestiones relacionadas con la pintura y sus procedimientos, es un amante de la materia pictórica y sus cuadros contienen las más armónicas texturas, creadas con los empastes de la tradicional y siempre atractiva técnica al óleo, el colorido es potente y delicado a la vez, la “alta cocina” como diríamos algunos, refiriéndonos a su buen manejo con los medios y recursos plásticos, es una constante en sus obras y aquellos que somos unos adictos a degustar de esos maravillosos “platos”, se lo agradecemos siempre que podemos disfrutar de su trabajo.


Como ya les indicaba, Paco Puig es autodidacta, no tuvo mayor instrucción académica, que aquella que le pudieron transmitir maestros de la talla de Michavila, Ramón Catalán y Tomas Colon entre otros, en la escuela de Artes y Oficio de Castellón, pero más que la experiencia y los sabios consejos de estos insignes maestros, pienso que es la vida, su sensibilidad y el eterno amor por el arte y la pintura lo que siempre ha acompañado a este entrañable artista. Puig nos habla de la lírica del color, de la expresividad de las formas, y todo ello mimetizado en sus obras, en dolor y alegría, en drama y comedia, en cotidianidad y refinamiento. Sus obras nacen de un expresionismo ingenuo, de amplio colorido y depuradas texturas, sus temas favoritos, recorren las vivencias mediterráneas, con escenas de barcas varadas descansando sobre la arena, después de la faena de la pesca, también de sus aficiones de toda la vida, la música, sus amadas habaneras, y su pasión por el arte de la tauromaquia, motivos característicos en los temas de sus obras; fiesta, colorido, sangre y exaltación popular de lo típicamente español, también el carnaval, con esas mascaras que siempre nos provocan curiosidad, por descubrir al rostro que esconde y por ultimo, esos paisajes quiméricos de edificios arcaicos con fachadas de catedrales que parecen reblandecerse ante nuestros ojos. Sin duda para Paco Puig, toda motivación puede ser valida, para elevarla a categoría de arte, pero para ello, tenemos que ser capaces, como él, de tratarla con ilusión y constancia, con humildad y trabajo y contemplarlo con la sabia mirada de un verdadero maestro.

Me alegra y reconforta saber, que a pesar de tanto “fantasma” suelto y sobre valorado que existe por estas tierras, siempre se pueda contar con estos dos grandes maestros del arte en esta provincia, lo cual resulta siempre un privilegio y un verdadero alivio, sobre todo para nuestros ojos. Porque cada vez que tengamos la posibilidad de deleitarnos con la obra de estos dos grandes artistas, seremos concientes, de que no solo nos aportan con su trabajo valores artísticos de primera calidad, sino que además, estos están respaldados por el rigor, el respeto, la humildad y la constante y necesaria investigación, que permite llegar siempre, a una hermosa, diferente y refrescante propuesta, que tanto agradecemos y disfrutamos.

Gracias maestros por su trabajo, esta ciudad sigue estando en deuda con ustedes.

Amaury Suárez.

Seguiremos informando…

04 julio 2009

El Tombatossals con pies de barro.






Muy estimados lectores, no se porque extraño motivo, ni a que justificada razón responde, pero desde hace algún tiempo a esta parte, están surgiendo con relativa frecuencia en los espacios públicos de nuestra ciudad, esculturas del pintor Melchor Zapata, la más conocida, el “Tombatossals” en la avenida Lledó, pero también, “El Arrancapins”, el “Toro” en la plaza de España, junto al parque Ribalta, “EL Árbol” en Burriana y por ultimo “Maternidad” en la plaza de la Hierba de Castellón entre algunas mas diseminadas por diversas ciudades de la comarca, y no es que esto me resulte algo malo en principio, sino fuera porque a parte de no aportar en la inmensa mayoría de ellas, ningún valor referente, ni en lo estético, ni en lo artístico, tampoco lo hace en su relación con el entorno urbanístico, donde muchas veces, o no se ha pensado en un concepto armónico y coherente de las escalas y las proporciones, o bien el emplazamiento del lugar elegido no es el más idóneo. Quizás el motivo de tanta pobreza técnica y conceptual se deba, a que como el mismo suele decir en sus entrevistas, se reconoce más como pintor, que como escultor, algo que le honra por su sinceridad y franqueza (aunque particularmente considere, que es igual de anodino, en ambas disciplinas artísticas) pero esto algo que no tendría tampoco mayor importancia, sino fuera porque la critica de esta ciudad, al parecer no comparte este criterio, la cual ensalzándolo y haciéndose eco en los periódicos de mayor tirada de esta localidad, ha llegado a considerarlo “un genio”, “un maestro del color” y hasta se ha atrevido a comparado, en lo que considero un ataque de “delirium tremens”, con el mismísimo Miguel Ángel Buonarotti, a ver señores, como decía el portero del edificio, en una popular serie televisiva, “un poquito de por favor” está bien la cortesía y la amabilidad, está bien, que se halague al “artista”, incluso está muy bien, que se le invite a comer una paella si se quiere, pero de ahí, a comparar a Melchor Zapata, con el escultor por excelencia de todos los tiempos, al autor de obras de tan excelso virtuosismo, como lo son “El Moisés”, “La Pietat”, o el archiconocido “David” es cuanto menos de una desproporción absurda, de tal incoherencia intelectual, que haría enrojecer de vergüenza, al más inculto de esta nuestra “comunitat”, pero bueno, como dice el refrán, “en la variedad se encuentra el gusto” y en la huerta del Señor, podemos encontrarnos de todo, incluidos aquellos raros “especimenes” que cometen tan inexplicables errores, impropios de alguien que ha dedicado sus estudios a la critica especializada en arte. Y esto aunque nos pueda parecer raro, es sin lugar a duda, la piedra angular de cómo se concibe y se trata el Arte en esta ciudad, porque al parecer, no se quiere entender aun, que cuando se eleva hasta el delirio al que no es más que un aficionado con cierta gracia, se infravalora a aquellos que merecen un mejor y mayor reconocimiento de su trabajo. Si somos capaces de equiparar en una comparación absurda, a Melchor Zapata con Miguel Ángel Bonarotti o a Juan Ripollés con Pablo Picasso, entonces es que se ha perdido el rumbo y junto con el, la pérdida de valores que marcan las diferencias entre lo culto y lo vulgar, entre lo profesional y lo aficionado, entonces se es incapaz de diferenciar la autenticidad de un jarrón de porcelana china, de cualquiera de sus históricas dinastías, con uno de losa, que podemos comprar en una tienda barata oriental de todo a un euro. Cosas como estas, son las que les hacen ser ignorantes patológicos, es decir, cultos sin cultura, especialistas sin instrucción y sobre todo y para mayor vergüenza, muy injustos.

Pero retomando el tema que hoy nos ocupa, que no es otro que la reveladora propagación de la obra escultórica de Melchor Zapata, siempre he pensado (y no solo en este caso) que es injustificada tantas asignaciones de proyectos a una misma persona, porque estoy convencido de que en nuestra ciudad, contamos con jóvenes creadores, egresados de las escuelas y talleres de Arte de Castellón, Valencia y Alicante, mucho mejor preparados y que aportarían mayor calidad y frescura, tanto en las técnicas como en los contenidos de los proyectos, claro que para que esto ocurra, la política de “encargos” tendría que ser mas heterogénea y justa, pues tal parece como si solo existieran los mismos “elegidos” para diseñar el “arte” de esta zona, y puedo entender que los haya, pero lo que me molesta, es que pretendan convencernos de una calidad y unos valores artísticos inexistentes, otorgándoles un lugar injustamente merecido, que no solo ofende a la razón y al intelecto de los que vemos mas allá de las fronteras de esta ciudad, dejándonos indirectamente como ignorantes, sino que además, nos hiere mucho a los ojos y al corazón. Y es que en realidad, salvo escasas excepciones, aquí los hay malos en el oficio, muy malos en las ideas y peores en las dos cosas.

En el caso de Melchor Zapata, tanto el trabajo que realiza en pintura, como en la escultura, podría calificarlo de aficionadamente digno, sin duda es un gran trabajador y prueba de ello, son sus regulares exposiciones y proyectos que acomete en cortos períodos de tiempo. Pero en Arte no solo el trabajo cuenta, hay que hacerlo desde el estudio, la investigación y desde un espíritu de superación constante, tratando siempre de aportar aunque sea en una pequeña parte, distinción, calidad y amor en las propuestas. Pero al hacerse tan reiterativo y omnipresente en nuestros paseos de domingo por esta ciudad, nos permite descubrir en cada obra, sus más autenticas carencias y errores. Y es que lo bueno queridos amigos, si es breve, dos veces bueno, un atracón aunque sea de caviar (suponiendo que este sea el caso) nos pude resultar indigesto, no solo a las bocas que saben degustar y apreciar los sabores, sino también a las que engullen como inciviles.

Muchas gracias

Amaury Suárez


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