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03 octubre 2009

Nada personal, con Pepe Personal.

Estimados lectores:

El pasado jueves día 1 de Octubre, fue inaugurada en el Centro Municipal de Cultura de la calle Antonio Maura, una exposición de esculturas del conocido artista, José García Personal, para los amigos, “Pepe” Personal (Murcia 1944) una muestra que independientemente de su buena calidad, sinceramente no me despertó gran sorpresa, pues algunas de las piezas que se exponían, ya las habían visto en otras exposiciones colectivas (pienso que esta observación se debiera tener en cuenta para la próxima vez, pues el factor sorpresa es muy importante, a la hora de hacer una exposición individual) a pesar de ello, cabe señalar de manera destacada y positiva, la calidez y belleza del conjunto, quizás por el soporte elegido en la gran mayoría de las esculturas, (la madera) con la que el autor trabaja asiduamente, siendo algo que garantiza y aporta esa noble sensación de complacencia en el publico que la visita.

Dándonos la bienvenida a la exposición, somos recibidos por un conjunto de fotografías a color, donde el autor como único protagonista de las escenas, nos ilustra de manera testimonial y con un marcado carácter didáctico, (por otra parte, muy poco usual en estas exposiciones individuales) el proceso de realización de sus obras, el cual abarca varias etapas, que van desde aquella que responde a la selección y elección del objeto encontrado en el entorno, hasta la transformación que luego sufren en las manos del artista, ya en el estudio.

La obra de Pepe Personal, manifiesta con meridiana claridad, los antecedentes de las dos principales tendencias o fuentes de donde bebe, las cuales surgen en etapas diferentes y algo distantes en el tiempo, y que se corresponden con los movimientos artísticos del arte moderno del pasado siglo XX, por un lado, y la más destacada de las dos influencias, es sin duda la del Dadaísmo, claro que en este caso, sólo en lo que se refiere a la envoltura formal o “exterior” de sus iconografías, apreciándose en la exposición una “peligrosa” y a mi juicio, molesta similitud con una pieza emblemática del movimiento Dada, como es el caso de la representación de una “rueda de bicicleta” y que tanto me recuerda a su pretérita homóloga de 1913 y primer “ready made” del destacado artista franco-estadounidense Marcel Duchamp; (en la foto) y que a diferencia de la que hiciera este universal artista en aquellos momentos, donde más que su preocupación por los aspectos de la belleza estética y cuidado de la técnica tradicional, adquiere mayor peso lo conceptual, basado fundamentalmente en la elección accidental, cuasi “divina” por parte del artista, para descontextualizar a los objetos encontrados y así poder elevarlos a categoría de “objeto de arte” con una mínima o nula intervención o manipulación humana; en las obras de Pepe Personal, el factor “de selección” sí está condicionado por un sentido estético y discursivo de la pieza, donde existe un claro realce de la categoría de lo bello y donde se aprecia una cuidada y exquisita elaboración en las técnicas de representación en el soporte madera, haciéndose palpable la gran destreza y el buen manejo del oficio; que denota sus valiosas dotes de restaurador, de ahí que considere que la influencia del Dadaísmo en la obra de Pepe Personal, es solo en su apariencia formal, pues el fundamento conceptual del movimiento Dadaísta está amparado en la intención de destruir todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte, sin reparar en lo más mínimo en esas cuestiones que evocan a la complacencia estética por el gusto o por lo "bien hecho" técnicamente, sino más bien todo lo contrario, llegando incluso a cuestionar la propia existencia del arte.

La otra influencia que he visto destacar en la exposición de Pepe Personal, es la del arte Povera, una tendencia que se da a conocer a finales de los años sesenta del pasado siglo, (de ahí mi referencia a los dos momentos distantes en el tiempo) cuyos creadores utilizaban materiales en sus obras considerados “pobres” (de ahí la voz italiana de Povera) materiales de muy fácil obtención como la madera, la piedra, la arcilla, o también aquellos que solemos llamar de desecho o reciclados y por lo tanto carentes de valor, y que una vez trasformado por la mano creadora del artista, adquieren una nueva dimensión y valor en el terreno del arte.

Hay quizás solo un pequeño elemento que a mi juicio desentona con el lenguaje, la calidad escultórica y la fuerza expresiva de las piezas, algo que incluso la convierte en un resultado más artesanal y aficionado, de muy bajo nivel, que si bien no forma parte del cuerpo de las piezas, el autor la utiliza como elemento de terminación y presentación, me refiero a la pequeña chapilla dorada a modo de firma, con el nombre del autor. Quizás fuera preferible el recurso del grabado, grafiado, pirograbado o simplemente ocultar o integrar la firma a la pieza, que utilizar ese recurso que es sin duda más propio de un modesto artesano de mercadillo, que de un escultor como sin duda lo es Pepe Personal

Pero a pesar de ese detalle, la muestra que esta vez nos trae Personal, imprime un gusto por la nobleza de los materiales que trabaja (fundamentalmente la madera) haciendo del sugerente accidente del hallazgo, un noble pretexto para el discurso, a veces anecdótico, otras más trascendental y existencialista, pero en cualquier caso, muy atractivo y cuidado en la técnica, capaz de sacar de un trozo de madera tosco y carcomido por los insectos y el tiempo, toda la experiencia contenida en esa hermosa expresividad que sabe utilizar, combinando tanto los diversos materiales, como sus aplicaciones y procedimientos, es decir lo textural con la exquisitez de la factura en el tratamiento. Sin duda una hermosa exposición, llena de nobleza recogida no solo en su obra, sino también en el propio autor, por todo ello, en hora buena y espero que lo de la “chapilla” mi querido Personal, no te lo tomes como algo “personal”.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez