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21 diciembre 2010

Como bálsamo para los ojos.

Estimados lectores.

Ya estaba por pensar que este año cultural en Castellón, lo cerraríamos con el amargo sabor de boca, que nos dejaron por una lado, la noticia de la realización de la nueva escultura del omnipresente “artista” de la corte, Juan Ripollés y por otro, la exposición de los “artistas” del Ateneo Cultural de nuestra ciudad, pero afortunadamente, después de estas amargas experiencias, la suerte se compadece de nosotros y el pasado martes dia 15 y hasta el 31 del presente mes de Diciembre permanecerá abierta al público en el Centro Cultural Provincial de las Aulas, la exposición “Acuarel –les” del pintor saguntino Vicent Román (Sagunto, 1952).

En esta ocasión, el experimentado pintor nos regala una muestra de aproximadamente 13 piezas de gran formato, todas ellas con la temática de marinas y realizadas en la muy compleja, difícil pero siempre hermosa técnica a la acuarela, de la que Vicent Román es considerado por la critica especializada, todo un adiestrado maestro.

Sus obras de gran soltura y control en lo gestual, nos ilustra sobre un fresco y espontáneo resultado, que convierten al discurso del motivo en escenas de gran belleza y lirismo. Es de agradecer la ausencia de elementos ornamentales, a veces gratuitos, que tienden a la exaltación superficial y "cursi" de lo bello, muy usados por otra parte, por pintores aficionados y comerciales, que arrojan casi siempre con este recurso, un resultado más propio de tiendas de decoración, bazares o de grandes almacenes y que en estas obras, no está presente. El pintor prefiere hablarnos de la amplitud de un discurso que transmiten las emociones, donde lo anecdótico trasciende a esa universal belleza, que no solo aparece cuando estamos en presencia de un maestro del oficio, sino además cuando “respiramos” una pintura (que como esta) parece haberse hecho de aire, mar y cielo.

Es sinceramente todo un lujo y un gran placer, poder disfrutar de una exposición como esta, hecha sin duda desde la experiencia y el virtuosismo técnico, pero también desde un elevado sentimiento de amor y devoción hacia el mar y la naturaleza, y que tanto me recuerda a aquellos pintores románticos de la primera mitad del siglo XIX como él ingles William Turner, (segunda imagen del parrafo) pero que curiosamente en esta ocasión, Vicent Román nos la presenta en una visión más sugerente y actual, convirtiendo a cada cuadro, en una hermosa concepción abstracta del escenario elegido, donde la espontaneidad y la frescura del lenguaje de la acuarela, parece alzarse cual orador en imaginaria tribuna, para recitarnos su más hermosos poemas.

De más esta decirles que les recomiendo muy efusivamente a todos ustedes, una obligada visita a esta exposición, pues sin duda esta sí es de esos ejemplos de los que podemos no solo disfrutar de la propuesta del discurso plástico, sino además, aprender mucho de su exquisita técnica. Y es que la exposición de Vicent Román, es como un bálsamo para nuestros ojos.

Hasta la próxima entrega

Amaury Suárez

14 diciembre 2010

Mas Arte y menos “Artistas”.

Estimados lectores.

Como ya viene siendo costumbre por parte del Ateneo Cultural de Castellón, el pasado jueves dia 9 y hasta el 22 de este mes, permanecerá abierta la exposición “Artista del Ateneo” en una nueva edición que recoge el trabajo (en su mayoría pinturas, aunque también se exhiben un par de esculturas) de 34 miembros, (32 pintores y 2 escultores) pertenecientes a esta institución.

Aun cuando la muestra presenta una agradable sensación visual, mucho más despejada y clara que las anteriores y por lo tanto, eso hace que gane bastante su presentación en el espacio expositivo, la calidad de la exposición sigue siendo aun muy pobre y aficionada, a pesar de que existen algunos (más bien pocos) ejemplos que dignifican la muestra. Y no es que considere, como según me enteré, dijo nuestro Presidente en la inauguración de la muestra, aludiendo de forma indirecta a unas palabras que publiqué en este blog hace algún tiempo, que para mi, cada exposición colectiva que presentan los miembros del Ateneo, deba ser equiparable a una Bienal como la de Venecia, o a una Feria Internacional de Arte como la de ARCO, Miami o Chicago; ni mucho menos mi estimado D. Vicente Castell, No, eso no es lo que yo expuse en mi anterior artículo de opinión en este blog, yo dije que cuidar de la calidad de las obras que representan a una institución seria, como debiera ser el Ateneo Cultural de Castellón, es lo mínimo que se debiera exigir a los exponentes que participan en las muestras colectivas, y esto no tiene nada que ver con aspiraciones utópicas y deseos personales. Soy consciente de la calidad que tienen la mayoría de los pintores de Castellón en general y los de nuestro Ateneo en particular, algunos incluso han sido, o son, alumnos míos, (por cierto, contados entre los mejores). Esto quizás tiene que ver más con responsabilidad, esfuerzo y trabajo por parte de todos los miembros de la Junta Directiva, entre los que se encuentra (como no podía ser de otra forma) usted como primer responsable, porque ustedes tienen el deber y la responsabilidad de trabajar lo mejor posible, por y para la institución que representan y que a la vez nos representa a todos. Y pienso que siempre será mejor que lo hagan con el espíritu autocrítico que se espera de todos ustedes, con los ojos y los oídos bien atentos, ante cualquier sugerencia, opinión o critica, porque sin duda es la mejor manera de crecer, y sentirse realmente orgulloso de los resultados del trabajo realizado.

Tampoco mi planteamiento tiene que ver, con negar derechos a los miembros, sino exigirles desde un posicionamiento racional, coherente y justo, que estén a la altura en cada actividad o exposición colectiva que realicen, de la institución a la que pertenecen. Si alguien quiere hacer una exposición individual y asumir en solitario la responsabilidad tanto técnica, como la del discurso o propuesta de su trabajo, desde luego que lo puede hacer y está en todo su derecho, pero en ese caso, No es la imagen, ni la obra del Ateneo la que se juzgaría, sino la del autor que a titulo personal, utiliza la sala de exposiciones que la institución le ofrece como miembro, asumiendo individualmente las consecuencias tanto de éxito, como de fracaso.

Algo muy diferente es tener una actitud indulgente, permisiva e inconsecuente ante la calidad de actividades como estas, donde la institución Sí proyecta su imagen fuera de sus puertas al conjunto de los ciudadanos que la visitan, sean estos de aquí o de fuera de nuestra ciudad. Que no se tenga la menor duda que en una exposición colectiva, organizada y auspiciada por el Ateneo Cultural de Castellón, la imagen de la institución es la que se expone y por lo tanto, asume los riesgos de ello.

Ya dejé por escrito en ese pasado artículo al que usted indirectamente ha hecho referencia, donde radica la diferencia, si tiene ocasión D. Vicente, le ruego que lo vuelva a leer y sobre todo, trate de hacer un amable esfuerzo por entender mis intenciones y argumentos, tampoco tengo ningún inconveniente en explicarlo públicamente en una charla coloquio a todos los miembros, (también a los de la Junta Directiva) si así fuera necesario o lo considera usted oportuno, mis intenciones son las mejores para con la institución, así como mi respeto a los miembros que la dirigen, pero sinceramente pienso que lo que se hace en el apartado de Artes Plásticas permitiendo actividades como esta, no ayuda a la imagen de un centro que pretende, o debe ser, un ágora de conocimiento, belleza y calidad en su imagen, otra cosa muy distinta es que lo llamemos “Asociación de aficionados al Arte”, o “Colla del Arte” o “Club de pintores y escultores noveles” o cualquier otro nombre que se le pudiera ocurrir para definirla, pero en ningún caso Ateneo Cultural de Castellón, creo que es de justicia rememorar con honra el templo de Minerva (diosa de la sabiduría) y merece no solo más “categoría” (como se suele decir por estas tierras) si no además, un cuidado más serio de la imagen.

Para terminar y también a modo de sugerencia, siendo coherente con la valiosa semántica en cuanto a las intenciones y definiciones de los conceptos que utilizamos para describir una cosa o un fenómeno, quizás sea más coherente con la calidad que nos presentan estas muestras colectivas, cambiar lo de “artistas” del Ateneo por “Trabajos de pintura y escultura de los miembros del Ateneo”. Lo digo porque “artistas” en esta exposición no he encontrado a ninguno, ya que un artista es un individuo que ha desarrollado tanto su creatividad como la capacidad de comunicar la experiencia vivida, mediante el buen uso de la técnica y la originalidad de la idea, y en esta muestra, (como en las anteriores) salvando poquísimas excepciones de un loable oficio, hay serias carencias tanto de técnicas, como de propuestas en los trabajos, así que sería mejor no llamarnos artistas, porque a mi juicio, es mucho pretender y la modesta humildad nunca esta de más sobre todo en arte, donde abunda tanto “fantasma”.

Espero que esta vez haya quedado más clara mi opinión, sobre las exposiciones colectivas que realizan los “artistas” del Ateneo Cultural de Castellón y como no puede ser de otra forma, invito a todos vosotros (si no tienen una cosa mejor que hacer) a que visiten la muestra en la calle Antonio Maura, 4.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

10 diciembre 2010

En Castellón a los que no quieren caldo, se les ahoga en sopa.

Estimados lectores:

Una vez más los periódicos locales nos informan de una nueva obra escultórica del único y omnipresente artista castellonense Juan Ripollés, la escultura con 18 metros de diámetro de circunferencia (el mayor volumen de todas las que ha realizado hasta la fecha) se instalará en la rotonda de acceso al aeropuerto de Castellón. La misma rinde homenaje, al que según palabras del autor, ha sido el máximo impulsor de la instalación aeroportuaria, el Sr. Carlos Fabra. La monumental obra servirá para dar la bienvenida y el adiós, a los turistas que lleguen y se vayan en avión de nuestra provincia.

Y digo yo que además servirá, para que todos aquellos que nos visiten (sean turistas nacionales o extranjeros) no tengan la menor duda, en cuanto a que toda esta ciudad no es otra cosa, que la particular galería al aire libre de este cabrituno artista, por la gracia de los políticos que nos gobiernan en esta comunidad desde hace algunos años; como tampoco podrán tener dudas, de que así como en la antigua Roma, en el Irak de Saddam Hussein, en la Corea del Norte de Kim IL Sung, o en la España de Franco, aquí también practicamos el culto a la personalidad de nuestros lideres políticos realizándoles obras colosales, como queda demostrado en estos significativos ejemplos. Algo que particularmente me molesta y desde luego no puedo aprobar, pues siempre he creído más digno y de aprecio, que a un político se le recuerde más por sus obras y gestión al servicio de los demás, que por los monumentos que le erigieron en vida, máxime aun, cuando existen más que sospechas, sino indicios legales, de conducta irregular del que precisamente le ha servido en esta ocasión de inspiración a este artista para esta obra, pero en fin, “es lo que hay”, como me dicen con resignación, algunos de mis amigos de Castellón que al parecer ya están acostumbrados de que cosas así ocurran en estas tierras.

Por otra parte, volver a ver en tan corto espacio de tiempo, otra obra de Ripollés en nuestra ciudad, es un acto que ante la incuestionable evidencia, solo puede ser “entendido” o “justificado”, si pensamos en turbios compadreos con la clase política que gobierna en esta comunidad.

Porque los favoritismos que se tiene con este artista, ya huelen muy mal y resultan de una obscenidad y de una falta de respeto, no solo a los artistas de la zona, muchos de ellos jóvenes con obras de mejor y mayor calidad que la del Sr. Ripollés, y que ante estos claros tintes de prevaricación y arbitrariedad en el diseño de la política cultural de nuestra ciudad, no les queda más remedio (o al menos es lo que hacen) que corresponder con el cómplice y servil silencio, sino que además (y a mi juicio aun más grave si cabe) se menosprecia a la población, que en los tiempos que corren de grandes ajustes y recortes presupuestarios, tienen que resignarse a escuchar en las emisoras locales o leer en los periódicos, como jugosas partidas de nuestro dinero (en esta ocasión son 300.000 euros, pero que ya suman millones) se quedan, controlan y reparten siempre entre los mismos, dejando actuar con manos libres a aquellos que deben servirnos y gestionar con responsabilidad, equidad y justicia los intereses de todos. Y es que no se puede dejar hacer y deshacer con total impunidad, lo que a estos señores les da la gana. Decía el escritor español Noel Clarasó que un político es aquel que se pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas. Y no encuentro en estos momentos y para el caso, mejor frase, porque lo que ocurre en Castellón (al menos con los asuntos del arte y la cultura) es de juzgado de guardia (y nunca mejor dicho).

Por otra parte tiene gracia, pues luego me hablan del descontrol en la gestión, del despilfarro y del cacicazgo que existe en las republicas bananeras de otros países, principalmente en Iberoamérica; quizás fueron estos polvos, los causantes de aquellos lejanos lodos, pues sin duda la colonización fue larga y profunda y sería más aconsejable que antes de ver la paja en el ojo ajeno, miremos la viga en el nuestro.

Y es que en esta comunidad, al menos en lo referente a la cultura y el arte, las cosas o se realizan mal, o no se realizan, o se realizan a dedo, beneficiándose siempre los mismos y quedándose los más importantes y jugosos proyectos (también en términos presupuestario) en manos de los mismos. Y todo esto pudiera ser comprobable, pero al parecer, no interesa. Curiosa similitud con la “Banana Republic” ¿no lo creen así?

En fin que ya puesto a proponer y realizar homenajes, sería sin duda más lógico y coherente, con la política cultural que aquí tenemos, llamar a Castellón “Ciudad de las artes y las ciencias del engaño” al menos así, todos sabríamos a que atenernos, porque lo que está claro es que aun cuando estés convencido de que existen en Castellón más valiosas, atractivas e interesantes propuestas que la del Sr. Ripollés, los políticos de turno te lo van a seguir metiendo por los ojos, no se si por gusto, por desconocimiento e incultura, o por simple compadreo, porque aquí en Castellón con este tema, a los que no quieren caldo, se les ahoga en sopa.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

23 noviembre 2010

Mucho lirili y poco lerele.

Estimados lectores.

Desde el pasado 10 de Noviembre y hasta el próximo sábado dia 27 permanecerá abierta al público en el Centro Provincial de Cultura Las Aulas, la exposición de los trabajos finalistas del X Premio Nacional de Cerámica Ciudad de Castellón.

En las palabras inaugurales de este evento, el alcalde de nuestra ciudad, el Sr. Alberto Fabra, nos plantea que con actividades como estas, se “quiere reconocer el trabajo de los artistas y también el de una industria que cada día apuesta por la innovación, por el desarrollo tecnológico y la sostenibilidad, sin olvidar la belleza y la versatilidad que ofrece la cerámica”. Y hasta aquí todo muy bien, pero como dice el sabio refranero popular, amores son razones y no buenas intenciones, y una cosa es lo que se dice y otra bien distinta es lo que hacen algunos de nuestros políticos.

Digo esto, porque es curioso como a pesar de la alta calidad de las obras, así como de la amplia variedad de las propuestas que allí se exhiben, sin duda todas de muy alto nivel, la exposición carece de la mínima información que a modo de catalogo respalde y sirva de soporte para ayudar a ilustrar la importancia, que según las palabras de nuestro alcalde, dice darle a esta actividad, ¿curioso verdad?

No seré yo quien le diga a nuestro alcalde como debe hacer las cosas en este sentido, pues para ello ya tiene bastantes asesores, concejales y demás personal de apoyo que cobran, y muy bien además, para garantizarle una buena gestión de gobierno, pero me gustaría decir a modo de reflexión, que en los tiempos que corren, el reconocimiento y prestigio tanto de un producto, como de los artistas, si no tienen garantizado un buen soporte de marketing y publicidad, pocos sabrán de sus existencia y sobre todo, de su incuestionable calidad, porque hoy en dia, producto que no se publicita, no existe. Y esto debieran saberlo todos, incluido también nuestro respetable Alcalde.

Es por eso que siempre será más convincente y práctico, antes que las grandilocuentes retórica de los discursos y de querer emprender ambiciosos retos, acometer aquellos que aunque más discretos y humildes, merecen también ser reconocido y divulgados, aunque sea a través de un modesto catalogo, como sin duda es el caso que nos ocupa con esta magnifica exposición, que lamentablemente, pasará sin penas ni glorias, gracias a que a nadie se le ocurrió confeccionar un modesto catalogo, que recoja fiel testimonio de una excelente exposición como sin duda es esta.

Un hombre sabio dijo una vez, “la mejor manera de decir, es hacer”. Quizás esta sea la asignatura pendiente de muchos de los políticos actuales en este país.

Recomiendo efusivamente a todos ustedes que visiten la exposición, porque al menos podrán guardarla en su memoria y decir alguna vez, que fueron testigos de una magnifica muestra como lo es sin duda, el X Premio Nacional de Cerámica Ciudad de Castellón 2010.


Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

09 noviembre 2010

La critica sin vocación, carnaza de criticones.

Estimados lectores:

Motivado por las opiniones y valoraciones surgidas a raíz de dinámicos y entusiastas debates entre amigos, así como por comentarios recibidos en mi correo electrónico, de lectores y seguidores de este blog, refiriéndose a la singular manera que tengo en este espacio, de hacer las valoraciones a las obras de los pintores (que no a ellos) que exponen en los centros públicos de nuestra ciudad y que dista mucho de la forma en que lo hace la critica oficial, hoy quiero compartir con todos ustedes una reflexiva opinión sobre tal diferencia; sobre todo, en lo referido a la pintura y principalmente, por parte de algunos (que no de todos) los críticos “oficiales” que la ejercen de manera regular en la prensa y en los diferentes medios públicos de mayor alcance y difusión de Castellón, algo que sin duda le debería exigir mayor responsabilidad y rigor en sus enfoques y planteamientos. (En imagen, "El Critico de arte" de Raoul Hausmann.1919).

De más está decirles que soy de los que piensan que para opinar sobre algo, siempre es mejor tener un buen conocimiento de lo que se dice. Y con esto no me refiero únicamente al conocimiento académico, pues de todos es sabido, que existe aquel universitario que pasa la mayor cantidad del tiempo de sus estudios superiores, disfrutando de la cafetería del centro, fumando algún que otro cigarrillo de la risa y haciendo novillos; me refiero a algo que a veces resulta tan importante o más, que el ostentar un titulo de licenciado o de doctor en arte, me refiero al factor vocacional, el cual provoca y determina en gran medida el grado de profundidad, compromiso, sinceridad y esclarecimiento de los juicios que se hacen, ya que mientras mayor y mejor sea este vinculo al conocimiento, todo lo que decimos pasa de ser una simple opinión, a tener carácter de criterio y por consiguiente, mayor peso e interés para todos.

Desde mi llegada a Castellón hace más de 16 años, me he percatado de algunos errores de forma, y también de contenido, en los análisis y valoraciones que realizan algunos críticos de arte de nuestra ciudad, principalmente sobre las cuestiones referidas a los resultados de la creación artística en la especialidad de pintura. Aquí van algunos ejemplos.

Por una parte, y respondiendo a lo que entiendo como un claro desconocimiento del significado técnico del lenguaje de esta disciplina artística, algunos críticos parecen no entender aun, la gran diferencia que hay entre la soltura de una pincelada y el descuido impreciso en su tratamiento, entre el dominio cromático de un pintor con oficio, y el aberrante uso del color que hace otro en un cuadro, donde más que “color”, encontramos una explosión infantil del “colorín”, o del expresivo carácter que puede transmitir la recreación formal de un objeto, donde se aprecia un claro dominio del dibujo, a la de otra, donde se desdibuja por falta de conocimiento y descontrol en este aspecto, ¡y para que hablar de la más utilizada y recurrente de todas las características de las que aluden en sus escritos!, la llamada “fuerza”, que de paso hay que decir, que no tiene nada que ver con la película “Star Wars”, pero que puede ser atribuible tanto a la característica de la pincelada, a la composición, al color, o al empleo de los tratamientos y recursos plásticos, entre otros, y que solo puede existir, siempre que ésta responda al control y dominio de estos aspectos por parte del pintor, y no a la debilidad que expresa el claro desconocimiento de la estructura que existe bajo el color, el color mismo, las composiciones, las texturas y demás recursos plásticos expresivos.

Y pienso que todas estas deficiencias en el uso del concepto de los recursos plásticos y técnicos que se aluden en las criticas, vienen dadas porque aun pudiendo tener éste especialista el aval de un conocimiento académico, a veces ilustrado por un titulo de licenciado o de doctor en Arte, estos carecen de la cultura necesaria para una clara y eficaz percepción de lectura de la imagen, a veces muy ligada al aspecto técnico y especializado de la disciplina artística que están criticando, algo que podemos encontrar en el concepto intrínseco de discurso, que encierran los recursos plásticos. Es por ello que a veces el critico recurre en los análisis, a una percepción subjetiva y más o menos simplista, basada en su particular gusto (a veces carencial, otras tendencioso) algo que lo coloca conciente o inconscientemente como especialista, en un posicionamiento muy limitado y partidario de autores, lenguajes o tendencias únicas y concretas, impropio de alguien que debe analizar en su justo valor la calidad y además, tener una visión amplia y universal del estudio, tanto de las obras, como de las propuestas.

Recientemente he leído una “critica”, donde el único interés que podría tener el escrito, era el hecho anecdótico-testimonial de una frívola e insustancial experiencia, que el critico nos narraba como una simpática “batallita” de sus años mozos cuando trabaja en otro periódico, pero que curiosamente, esta “simpática” anécdota, no guardaba ninguna relación directa con la supuesta obra que éste estaba criticando, quizás cosas así ocurren, porque el Sr. critico no había tenido tiempo para hablar con el autor, y así tener al menos una idea más próxima y objetiva, de las intenciones y características del proceso de trabajo que el artista había seguido en su obra, algo que para mi (y creo que para cualquiera) no solo resulta de elemental sentido común, sino además de respeto y coherencia con su trabajo y con el del propio artista, que supongo, hubiese preferido ante que las simpáticas, amables y bonitas palabras del escrito, un juicio más serio, profundo y ponderado sobre su trabajo.

Por otra parte y a propósito de palabras “amables” y “bonitas”, debo reconocer que a veces y a pesar de la banalidad de los análisis, encuentro en estas criticas, altos valores literarios, con opiniones envueltas en un exquisito lenguaje más o menos poetizado, a veces indescifrables, rememorando a un barroquismo dieciochesco, muy edulcorado, no apto para diabéticos y que en su contra puedo decir, (basándome en la reincidencia con la que esto ocurre), que siempre es favorable al artista; independientemente de la calidad, experiencia y maestría que este posea; donde nunca faltan los suculentos adjetivos para encumbran al “creador” que atentamente nos muestra sus obras en los espacios públicos. De ese modo, todos ellos resultan magníficos, excepcionales, geniales, virtuosos, con gran fuerza, (sea esta del tipo que sea) expresividad, originalidad, y así un largo etc. criticas que siempre nos predisponen a disfrutar en exclusiva, de algo supuestamente excepcional y único, pero que al comprobarlo en la realidad, a veces vemos que tales elogios, no se corresponden y mucho menos se justifican, con la calidad de la obra y de ese modo nos damos cuenta de que no es para tanto, sintiéndonos realmente engañados y sobre todo, desinformados por aquellos que en teoría, son los expertos y también encargados de cultivar nuestro gusto estético y cultural.

Tampoco faltan en estas críticas, las siempre socorridas comparaciones con los consagrados maestros del arte, equiparando los resultados de los que empiezan, y aun no han dicho, ni hecho nada en el arte, con los que ya forman parte de su historia por meritos propios. Y todo esto publicitándose en los medios, en un acto que entiendo, de gran irresponsabilidad profesional, tanto para el que expone, que sin haber salido del cascaron, ni haber demostrado nada, o sin ser apenas un modesto maestro, ya piensa que ha llegado a un lugar importante en el panorama del arte, gracias al comentario que ha publicado un “especialista” en la materia. Como igualmente es engañado el público que asiste a ver las exposiciones, que ante tanto elogio de aquellos que reconocemos como “expertos”, no les queda más remedio que aceptar como buenas la valoraciones que hacen de lo que no tiene más valor que aquel que se le puede conceder a un aficionado, o a un profesional que empieza.

Soy de la opinión que la buena crítica profesional, debe ser siempre honesta, responsable, didáctica, objetiva, equitativa y por consiguiente justa, y el anteponer estas cualidades como premisa, es algo prioritario, sano, constructivo y sin duda necesario en el ejercicio de la crítica. La reiterativa amabilidad y altísima generosidad en los juicios que se hace de los resultados de todos aquellos que exponen en los espacios públicos, no solo es contraproducente para el propio pintor, (que amablemente ha sido engañado) sino un acto de clara injusticia para los artistas que se tienen como referentes. Porque si en una crítica calificamos de genial al resultado que puede ser aun sustancialmente mejorable, ¿Cómo llamaremos entonces al que realiza un maestro que actúa como referente técnico y de propuesta? Sinceramente pienso que no es solo una desproporción y falta de objetividad del análisis, sino además una clara injusticia para quien posee realmente una calidad en su trabajo.

Hay quien me dijo una vez, que los críticos en esta ciudad, tenían las “manos atadas” porque Castellón era un lugar donde todos se conocían y si se era demasiado sincero en las críticas, se podían obtener a cambio actitudes de agravio y discordia y que no tenían la intención de coleccionar enemigos.

Sinceramente pienso que si es esa la razón por la que tenemos en nuestra ciudad, una critica oficial tan carencial y/o deshonesta, poco o ningún respeto se tiene por el arte, por el público, por los pintores y sobre todo por su propio sentido de la responsabilidad profesional, y no encuentro justificación posible para actuar de esta forma, pues las reglas del juego desde siempre, son claras y determinantes. Cuando un artista expone su trabajo fuera de su estudio en un espacio público, lo está sometiendo al juicio sincero y a la valoración de todos aquellos que lo contemplan, sean profesionales del ramo, especialistas, aficionados o simplemente público de arte, y esto es algo que el artista debe asumir con coherencia, normalidad y sentido autocrítico y si no es así, bien podrá hacer uso de su trabajo para la decoración de su casa.

En coherencia con este principio, en este blog seguiré analizando y valorando con libertad las obras (que no a los autores) que se exponen en los espacios públicos (que no en las galerías privadas) desde la honestidad y la franqueza que siempre me ha caracterizado para con el arte, dando razones y argumentando en cada una de mis críticas como hasta ahora, y que como es lógico y además justo, son susceptibles de ser compartidas o debatidas por los demás, pero siempre desde el respeto y el análisis ponderado que obliga a dar argumentos. Y el que se enfade por ello, siempre podrá cambiar de canal desde su mando, o por el contrario, sacar buen provecho de mis palabras, porque la experiencia me ha demostrado (también con este blog) que una crítica profesional, aunque pudiendo ser a veces contundente, si está fundamentada, es didáctica, honesta y justa, siempre crea opinión y enriquece. Y en este sentido, agradezco el apoyo cada vez mayor a este blog, por parte de sus lectores que al parecer, aquí encuentran una “verdad” mucho más sincera y convincente, que aquella que leen de las críticas de arte en los periódicos.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

25 octubre 2010

Sugerentes palabras de papel.

Estimados lectores.

“Palabras de papel” es el titulo escogido para la exposición que se exhibe en la sala del centro cultural Castalia Iuris (Plaza Cardona Vives, 10) y de cuya autoría es responsable la pintora Mery Sales, (Valencia – 1970), Doctora en Bellas Artes (cum laude) por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y además ganadora del premio Club del Arte Paul Ricard en su V edición con la obra "Conciencia en Llamas".

La exposición que en esta ocasión nos propone M. Sales, es sin duda una muestra de gran lirismo visual y delicadeza; sus cuadros, pintados sobre diferentes formatos (casi todos pequeños) han sido realizados con muy buena factura y una marcada sutileza de los tratamientos técnicos. Los motivos recrean hojas de papel esparcidos al viento, lo cual puede aludir de alguna manera, a la ya casi “romántica” acción de escribir sobre un papel, en una época donde el e-mail y la comunicación cibernética, sobre todo en el primer mundo, eclipsa o desplaza esta acción, la cual se ve limitada al coto cada vez más pequeño y exclusivo de la disciplina artística del escritor. También el tema pudiera aludir a la debilidad de los fundamentos, ideas, criterios y valores de virtud, que en la actualidad acusa su momento más pobre de la época moderna, la cual prescinde de ellos, para alzarse como ágora común y amplificada por los medios, de la vulgaridad, trivialidad de los juicios y los análisis y la precaria educación que vemos manifestarse en palabras y actos de las personas, incluso de aquellas que de alguna manera se encuentran vinculadas a la sublime rama del arte, tanto como creadores, críticos o dirigiendo las políticas culturales de los diferentes territorios.

Cualquier interpretación o lectura en esta exposición de Mery Sale, no solo es posible, sino además loable, porque hablar de este milenario y dúctil soporte, como es el papel, es referirnos al objeto que desde su su invención por Ts'ai Lun, en el año 105 a. C., ha acompañado al hombre como leal y mudo testigo, para grabar sobre su “cuerpo”, tanto las más virtuosas paginas de su historia, como las más indignas e inmorales, las que siempre perennes, atestiguan la memoria del pasado y advierten a la experiencia del presente. Lastima la poca afición a la lectura que hoy tienen algunos, que vuelven a cometer los mismos errores de antaño.

“Palabras de papel” es de esas exposiciones que nos permiten disfrutar, no solo de una estimable puesta en escena, sino además de una amplia interpretación de su propuesta discursiva. Y aun cuando el motivo parece agotarse en su amplia variedad compositiva, siempre podemos encontrar una nueva lectura en cada cuadro que nos invita a reflexionar sobre la realidad objetiva que nos acompaña.

Enhorabuena a Mery Sales por esta exposición, la cual culmina el próximo dia 3 de noviembre y que espero sea visitada por el amplio público de nuestra ciudad.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

20 octubre 2010

“Iconos”, toda una revelación para nuestros ojos…

Estimados lectores:

Ayer martes dia 19 de Octubre quedó inaugurada, con gran éxito de asistencia de publico, en el salón principal del Centro Cultural Provincial “Las Aulas”, (sita en el número 1 en la plaza del mismo nombre) la exposición titulada “Iconos” (aunque el titulo no parezca reflejado en el catalogo) de la artista Raquel A. Lara (Murcia 1975).

Comentar la obra de Raquel A. Lara me resulta relativamente fácil, ya que es alguien con quien mantengo un vínculo profesional muy estrecho y es una artista a la que respeto y admiro desde hace mucho tiempo, no solo por la incuestionable calidad de sus obras, sino por el rigor y seriedad que siempre imprime en los procesos de creación y búsqueda de nuevas propuestas. Es para mí todo un placer poder comentar esta exposición titulada “Iconos” y que su autora nos regala después de casi dos años de investigación y trabajo constante.

La obra actual de Raquel A. Lara, responde a un resultado armónico de exquisita relación entre los aspectos de forma y contenido, algo que la convierte sin lugar a dudas, en una singular y muy interesante propuesta plástica. Las dispares influencias que apreciamos en su original figuración, como son la distorsión cubista, expresada en un sentido poliangular de las visuales y perspectivas del objeto, representadas con un tratamiento próximo al naturalismo fotorealista, que evidencian y provocan un singular expresionismo que la autora formula de manera elegante y de gran coherencia con el discurso de su propuesta, nos invita a reflexionar sobre aquellas cosas o personajes que creemos conocer, pero que en realidad solo conocemos en las apariencias.

Desde el punto de vista conceptual, la obra de Raquel A. Lara, nos propone reconocer en cada uno de sus cuadros, a personajes que constituyen una referencia, patrón o icono de cualquier tipo, y que con mayor o menor influencia sobre nosotros, vinculamos o referimos siempre a sus actos, estatus, trascendencia mediática o actividad relevante que realiza o ha realizado en el ámbito social, político, cultural o de cualquier otro tipo, de ahí que podamos “descubrir” en sus obras, a reconocidos cantantes, actores, políticos, personajes populares de la televisión, iconos universales de la pintura o a otros que constituyen un referente dentro de su circulo más cercano (pero no por ello menos importante) que representa a los amigos; todos ellos expresados por la artista, desde el más absoluto distanciamiento y probidad en los juicios de valores, pues no forma parte de su interés, ni objetivo en su discurso, tomar partido por ninguno de ellos, sino presentárnoslo tal y como la autora lo concibe en sus aspectos formales más significativos, independientemente del papel actual que estos ocupen o hayan ocupado, como referentes de valores morales, artísticos, sociales y políticos de nuestra realidad. De ahí que podamos decir, que lejos de ser esta una simple y tradicional muestra de retratos de “famosos”, los Iconos que han servido como motivación para Lara, no constituyen un referente de exaltación de virtudes, belleza o modelo a seguir (como tradicionalmente se ha tratado en este genero del retrato) sino una selección recreada de personas y personajes, que tienen en mayor o en menor medida un sustancial significado para nosotros, estableciéndose de igual modo, un cierto vinculo, afinidad o empatía, independientemente de sus virtudes; convirtiéndolos en realidades que conocemos, o que creemos conocer.

Resulta significativo y realmente sorprendente en esta obra, como la distorsión intencionada en el dibujo de los retratados, no nos impide la fácil identificación del personaje; imagen que empezamos a “reconstruir” desde nuestra retina, para quedar finalmente ordenada y recompuesta en nuestra mente, todo gracias al recurso de la cualidad del recuerdo o la memoria, que a la vez nos indica y manifiesta, la descuidada atención que prestamos de los detalles, gracias a esa percepción general que tenemos de observar a las cosas y las personas, y que provoca como norma general, que se realicen juicios, análisis y valoraciones muy superficiales y a veces injustos o imprecisos tanto de los fenómenos, las cosas y las personas que nos rodean.

Con un depurado tratamiento técnico, tanto del dibujo como del color, la obra de Lara, es sin duda una propuesta que nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones con el entorno y las personas, porque no es lo mismo ver, que observar. Solo aquel que es capaz de beber de la esencia y lo verdaderamente trascendental de los fenómenos, las cosas y las personas; no tendrá en cuenta la envoltura de sus apariencias; y así analiza, valora y emite su juicio ponderado, dejando al descubierto lo verdaderamente importante.

La exposición “Iconos”, es de esas muestras donde el buen hacer, y el mejor pensar del discurso, se dan cita en un fascinante conjunto de cuadros, donde el resultado plástico nos invita a descubrir una nueva forma de concebir no solo al retrato como género, sino también al motivo retratado como inspiración. El símbolo, con gran fuerza e interés como soporte del concepto, pero sin llegar a sustituir al objeto, aporta en la obra una singular armonía de elevado alcance en su deleite contemplativo y también, en su intención discursiva, algo que sin duda resulta muy poco usual en la plástica de hoy en día, siendo ese precisamente el motivo, de convertirlo en toda una revelación para nuestros ojos. Estoy convencido de que esta exposición, será de esas que recordaremos por un largo período de tiempo, no solo por su calidad técnica, sino además y principalmente, por la originalidad en su propuesta.

Raquel A. Lara con esta exposición, ha colocado un listón de calidad y propuesta muy elevado en el escenario plástico de nuestra ciudad, y ojala que esto ahora nos sirva de estimulo a todos, para que después de esta magnifica exposición, vengan también las de otros artistas, que preocupados por los mismos objetivos de calidad; ayuden a elevar el nivel técnico y creativo de nuestra ciudad: de ese modo, tanto el arte como nosotros mismos, seremos los únicos y máximos beneficiados de ello.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

14 octubre 2010

Conexiones a pesar de… lo Inconexo.

Estimados lectores:

Una vez más la sala de exposiciones del Centro Municipal de Cultura de nuestra ciudad, que como todos sabemos se encuentra ubicado en la calle Antonio Maura, 4 nos sorprende con una muy buena exposición de pinturas que bajo el titulo “Conexiones” nos ofrece la artista plástica Antonia Gallardo “To” Gallardo.

La artista catalana en esta ocasión nos presenta un conjunto de obras (en su gran mayoría abstractas) de gran belleza y sobriedad cromática, donde los tonos ácidos, apastelados y los blancos rotos, dan color a sugerentes y orgánicas composiciones, donde el recurso del collage, los estarcidos y la espontaneidad de la mancha, conviven en una elegante armonía. Sus obras nos permiten disfrutar de variadas soluciones que la pintora utiliza con habilidad y gusto, desde el grafiado enérgico sobre la capa de pintura, donde la dualidad visual pretende confundir al ojo con la volumetría de los hilos de lana, hasta los recursos de gestualidad de la mancha que buscan refugio en la herencia de la acción típica del expresionismo abstracto.

To Gallardo utiliza la materia textil como volumen y textura, y sobre todo como elemento expresivo principal de su obra, de ese modo los retales, hilos de lanas y cáñamo, estampados y demás medios textiles, enfatizan un leguaje que aunque con gran peso decorativo en lo estético, no resulta vacío, ni simple en su intención de discurso. Composiciones con marcada sugerencia paisajística, que nos permiten “descubrir” la variedad del motivo que transita desde la percepción panorámica, hasta la sutil, delicada y anecdótica visión de un detalle de la naturaleza.

La obra de Antonia Gallardo, es de esos resultados que solo es posible a través de la experimentación, combinación y búsqueda constante de nuevas formas de recrear la belleza y los discursos en el arte. Discursos estos que afortunadamente, se encuentran al margen y muy por encima de las inicuas y mezquinas intenciones que llevan haciendo algunos desde hace mucho tiempo, sobre las cuestiones lingüísticas supeditadas a identidad y sentimientos de nacionalidades en algunas zonas de este país. Y digo esto, porque para mi sorpresa en la exposición, nos encontramos con un modestísimo y solitario folio a modo de catálogo o documento informativo que nos hablaba de la autora y su trabajo, escrito única y exclusivamente en catalán, sirviendo éste como presentación para el amplio y variado público que visita la muestra. Y ya no es que este curioso detalle me recuerde estos aspectos aberrantes de la política y no me parezca de recibo, sino que además no veo ningún acierto, ni utilidad en ello, primero, porque la exposición se exhibe fuera de su ciudad, donde todos conocemos del gran peso, importancia y preferencia que se le atribuye a la lengua catalana, por encima de otras tan oficiales como ella, gracias al respaldo de las políticas lingüísticas que diseñan las autoridades de esa comunidad, región, provincia o nación; aquí afortunadamente, la realidad es bien distinta (al menos hasta ahora) aquí podemos hablar en la lengua que nos parezca más útil y conveniente para comunicarnos, sea esta el español o el valenciano, sin tener ningún tipo de complejo, sin sufrir el más mínimo rechazo y sobre todo, sin que esa libre opción que todos tenemos de hablar en la lengua que consideremos oportuno, nos vincule a ningún sentimiento de identidad nacionalidad especifico, en detrimento de otro. Y segundo, porque estoy seguro que si la exposición se hubiera exhibido por ejemplo, en un país de habla inglesa, la autora, o la institución encargada de promover la exhibición, buscarían la forma (quizás igual de simple y aficionada que la utilizada ahora con el folio) de escribir su “Presentació” en la lengua de William Shakespeare, porque no solo es de elemental sentido común y buena educación, sino además un buen recurso de “marketing” que favorece la promoción, y con ello la venta (por cierto, esta ultima palabra de amplio uso hoy en día, es un anglicismo incorporado al idioma español para su enriquecimiento, no responde a nada perverso, ni produce alergia al escribirlo o pronunciarlo).

Afortunadamente obras son amores y no buenas intenciones, y en este caso, y gracias a la buena calidad de las obras que se exhiben en esta exposición de la artista catalana Antonia Gallardo, ganamos todos, porque se ha impuesto el sublime lenguaje del arte y la pintura, que no conoce de idiomas, ni de naciones, como tampoco de la miopía intelectual que siguen teniendo aquellos hombres que nos dirigen desde las instituciones. La bondad y convivencia en el lenguaje del arte es infinita, además de ser un preciado recurso de comunicación, que permite la más autenticas y universales “conexiones” entre todas las personas, y da igual de donde seamos, o en donde hallamos nacido.

Enhorabuena por la exposición y espero que un detalle como este, que veo más como un error de estrategia promocional y comercial, no nos impidan disfrutar de las hermosas conexiones, que sí ha tenido en cuenta la artista.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez

11 octubre 2010

Retratos de familia

Estimados lectores:

El pasado jueves dia 7 quedó inaugurada la exposición del pintor Paco Dalmau (Villa Real - 1978) titulada “Polípticos: Retratos de familia” en la sala Bancaja Hucha de la calle Enmedio 82. Autor que según reza en el catalogo de la muestra, posee formación académica.

Si bien es cierto que la muestra, nos transmite una sensación de orden, limpieza visual y armonía expositiva, vinculada directamente a la factura de los acabados de las obras, (en los aspectos del montaje) así como en el concepto de sus distribución espacial en la sala, que nos permite disfrutar de un agradable y elegante ambiente al visitarla; esto se ve de alguna manera empobrecido, cuando reparamos en los detalles técnicos o de oficio que se han empleado en la realización de las mismas, donde podemos observar claramente, algunos aspectos carenciales vinculados directamente con el dibujo y también con el color, lo cual resulta muy preocupante tratándose de una obra figurativa, muy próxima en intención a un naturalismo fotorealista. Y es que para cada lenguaje, existe un modo o manera específico de realizar. La madurez de un pintor puede medirse cuando éste tiene en cuenta y valora con objetividad, sus posibilidades técnicas e intelectuales para realizar la acción de crear, siendo conciente tanto de sus virtudes, como de sus limitaciones, pues una cosa es lo que se quiere hacer, y otra bien distinta es lo que se puede hacer; tener conciencia de ello, es un síntoma de rigor, madurez y sobre todo honestidad, lo cual nos será muy útil si queremos destacar como individualidad dentro del mundo del arte. Así pues en lo formal, cuando se quiere hacer una obra, donde la propuesta de la imagen descansa en un lenguaje de fidelidad fotorealista, la ejecución tanto del dibujo como del color, debe ser exquisita y sin ningún tipo de error formal, (2 imagenes de ejemplo) de lo contrario, el resultado es pobre y atentan directamente contra su calidad. Otra cosa bien distinta es que exista una clara intención de recrear, estilizar o distorsionar al objeto en busca de un discurso determinado, en cuyo caso, estos aspectos quedarían velados y no serían analizados de la misma forma, algo que sin lugar a duda no es el caso que nos ocupa. Unido a esto hay que decir, que no solo importa la manera en que se realiza la obra, sino además y quizás lo más importante hoy en dia, es el discurso, idea o concepto que se pretende aportar con ella.

Y en esta exposición no es solo las carencias en los aspectos del oficio lo que según mi opinión resta calidad a la muestra; como ya he citado con anterioridad, la idea, discurso o concepto que acompaña a una obra, es un aspecto de suma importancia por el interés que mediante el, ésta puede despertar en el amplio publico, y en el caso de esta exposición, no existe una renovación de la iterativa idea o género del retrato.

La forma cantinflesca que el autor utiliza para explicarnos en el catalogo su propuesta, nos habla de un deseo de ser una cosa, que realmente no se ve sustentada con el resultado, los argumentos del discurso son realmente confusos, imprecisos e inconexos, así como aquellos otros, que de alguna manera vincula al uso de la fragmentación “retícular” de las composiciones de las obras, algo que también nos resulta simple y sobre todo, poco original por la utilización que este diseño ya ha tenido en el pasado, por parte de otros artistas en diversos momentos del arte y que a diferencia de Dalmau, estos lo han sabido desarrollar con mayor destreza, originalidad y audacia en su presentación.

Uno de los mas famosos y claro ejemplos en nuestros tiempos, donde apreciamos el uso de la retícula como propuesta formal vinculada al discurso de la obra, lo encontramos en los collage y grabados de David Hockney (imagen de ejemplo) a finales de los años 70 y principio de los 80 dando un nuevo impulso de la propuesta, gracias a técnicas innovadoras como: pasta de papel, fotografía polaroid, litografías fractales, fotocopia, imágenes faxeadas etc. Hockney toma como referentes obras de maestros antiguos y modernos, realiza retratos, autorretratos, trabaja sobre la perspectiva y la multiplicidad de los ángulos de visión. También encontramos este recurso de la retícula, en las obras de la joven fotógrafa suiza Cornelia Hediger (imagen de ejemplo) en su serie “Doppelgänger” donde la artista alude a la dualidad fantasmal del ser, en un claro ejemplo de arte concepto, o en las magnificas y recientes obras de uno de los grandes maestros del Hiperrealismo Norteamericano como Chuck Close (imagen de ejemplo) donde en sus últimos trabajos vemos como utiliza la retícula en un sentido próximo a la fragmentación del píxel en la imagen digital, para lograr un asombroso efecto de realidad fotográfica.

Teniendo en cuenta solo estos tres ejemplos (existen muchos más) solo me resta decir que la exposición de Paco Dalmau aunque con algunos elogiosos valores que ya he citado con anterioridad y que sin ninguna duda pudieran constituirse como un buen punto de partida, no deja de ser un claro ejemplo de la necesidad que debe tener siempre el creador (pertenezca este a cualquier rama vinculada con la imagen) al estudio y la investigación sobre lo que se quiere hacer en arte, y sobre todo, sobre lo que ya se ha hecho, para así recrear dentro de sus posibilidades una propuesta diferente. La búsqueda de la información y el análisis sereno que hagamos de ella, es lo que hace sólida la cultura, como ingrediente fundamental y necesario para medir la calidad profesional de un creador, ya que resulta muy decepcionante, que pensando en la novedad de haber “inventado la bombilla eléctrica”, alguien venga luego y nos diga, que ya existe hace más de 130 años, gracias a un señor que se llamó Thomas Edison.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez