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14 octubre 2010

Conexiones a pesar de… lo Inconexo.

Estimados lectores:

Una vez más la sala de exposiciones del Centro Municipal de Cultura de nuestra ciudad, que como todos sabemos se encuentra ubicado en la calle Antonio Maura, 4 nos sorprende con una muy buena exposición de pinturas que bajo el titulo “Conexiones” nos ofrece la artista plástica Antonia Gallardo “To” Gallardo.

La artista catalana en esta ocasión nos presenta un conjunto de obras (en su gran mayoría abstractas) de gran belleza y sobriedad cromática, donde los tonos ácidos, apastelados y los blancos rotos, dan color a sugerentes y orgánicas composiciones, donde el recurso del collage, los estarcidos y la espontaneidad de la mancha, conviven en una elegante armonía. Sus obras nos permiten disfrutar de variadas soluciones que la pintora utiliza con habilidad y gusto, desde el grafiado enérgico sobre la capa de pintura, donde la dualidad visual pretende confundir al ojo con la volumetría de los hilos de lana, hasta los recursos de gestualidad de la mancha que buscan refugio en la herencia de la acción típica del expresionismo abstracto.

To Gallardo utiliza la materia textil como volumen y textura, y sobre todo como elemento expresivo principal de su obra, de ese modo los retales, hilos de lanas y cáñamo, estampados y demás medios textiles, enfatizan un leguaje que aunque con gran peso decorativo en lo estético, no resulta vacío, ni simple en su intención de discurso. Composiciones con marcada sugerencia paisajística, que nos permiten “descubrir” la variedad del motivo que transita desde la percepción panorámica, hasta la sutil, delicada y anecdótica visión de un detalle de la naturaleza.

La obra de Antonia Gallardo, es de esos resultados que solo es posible a través de la experimentación, combinación y búsqueda constante de nuevas formas de recrear la belleza y los discursos en el arte. Discursos estos que afortunadamente, se encuentran al margen y muy por encima de las inicuas y mezquinas intenciones que llevan haciendo algunos desde hace mucho tiempo, sobre las cuestiones lingüísticas supeditadas a identidad y sentimientos de nacionalidades en algunas zonas de este país. Y digo esto, porque para mi sorpresa en la exposición, nos encontramos con un modestísimo y solitario folio a modo de catálogo o documento informativo que nos hablaba de la autora y su trabajo, escrito única y exclusivamente en catalán, sirviendo éste como presentación para el amplio y variado público que visita la muestra. Y ya no es que este curioso detalle me recuerde estos aspectos aberrantes de la política y no me parezca de recibo, sino que además no veo ningún acierto, ni utilidad en ello, primero, porque la exposición se exhibe fuera de su ciudad, donde todos conocemos del gran peso, importancia y preferencia que se le atribuye a la lengua catalana, por encima de otras tan oficiales como ella, gracias al respaldo de las políticas lingüísticas que diseñan las autoridades de esa comunidad, región, provincia o nación; aquí afortunadamente, la realidad es bien distinta (al menos hasta ahora) aquí podemos hablar en la lengua que nos parezca más útil y conveniente para comunicarnos, sea esta el español o el valenciano, sin tener ningún tipo de complejo, sin sufrir el más mínimo rechazo y sobre todo, sin que esa libre opción que todos tenemos de hablar en la lengua que consideremos oportuno, nos vincule a ningún sentimiento de identidad nacionalidad especifico, en detrimento de otro. Y segundo, porque estoy seguro que si la exposición se hubiera exhibido por ejemplo, en un país de habla inglesa, la autora, o la institución encargada de promover la exhibición, buscarían la forma (quizás igual de simple y aficionada que la utilizada ahora con el folio) de escribir su “Presentació” en la lengua de William Shakespeare, porque no solo es de elemental sentido común y buena educación, sino además un buen recurso de “marketing” que favorece la promoción, y con ello la venta (por cierto, esta ultima palabra de amplio uso hoy en día, es un anglicismo incorporado al idioma español para su enriquecimiento, no responde a nada perverso, ni produce alergia al escribirlo o pronunciarlo).

Afortunadamente obras son amores y no buenas intenciones, y en este caso, y gracias a la buena calidad de las obras que se exhiben en esta exposición de la artista catalana Antonia Gallardo, ganamos todos, porque se ha impuesto el sublime lenguaje del arte y la pintura, que no conoce de idiomas, ni de naciones, como tampoco de la miopía intelectual que siguen teniendo aquellos hombres que nos dirigen desde las instituciones. La bondad y convivencia en el lenguaje del arte es infinita, además de ser un preciado recurso de comunicación, que permite la más autenticas y universales “conexiones” entre todas las personas, y da igual de donde seamos, o en donde hallamos nacido.

Enhorabuena por la exposición y espero que un detalle como este, que veo más como un error de estrategia promocional y comercial, no nos impidan disfrutar de las hermosas conexiones, que sí ha tenido en cuenta la artista.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez