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20 octubre 2010

“Iconos”, toda una revelación para nuestros ojos…

Estimados lectores:

Ayer martes dia 19 de Octubre quedó inaugurada, con gran éxito de asistencia de publico, en el salón principal del Centro Cultural Provincial “Las Aulas”, (sita en el número 1 en la plaza del mismo nombre) la exposición titulada “Iconos” (aunque el titulo no parezca reflejado en el catalogo) de la artista Raquel A. Lara (Murcia 1975).

Comentar la obra de Raquel A. Lara me resulta relativamente fácil, ya que es alguien con quien mantengo un vínculo profesional muy estrecho y es una artista a la que respeto y admiro desde hace mucho tiempo, no solo por la incuestionable calidad de sus obras, sino por el rigor y seriedad que siempre imprime en los procesos de creación y búsqueda de nuevas propuestas. Es para mí todo un placer poder comentar esta exposición titulada “Iconos” y que su autora nos regala después de casi dos años de investigación y trabajo constante.

La obra actual de Raquel A. Lara, responde a un resultado armónico de exquisita relación entre los aspectos de forma y contenido, algo que la convierte sin lugar a dudas, en una singular y muy interesante propuesta plástica. Las dispares influencias que apreciamos en su original figuración, como son la distorsión cubista, expresada en un sentido poliangular de las visuales y perspectivas del objeto, representadas con un tratamiento próximo al naturalismo fotorealista, que evidencian y provocan un singular expresionismo que la autora formula de manera elegante y de gran coherencia con el discurso de su propuesta, nos invita a reflexionar sobre aquellas cosas o personajes que creemos conocer, pero que en realidad solo conocemos en las apariencias.

Desde el punto de vista conceptual, la obra de Raquel A. Lara, nos propone reconocer en cada uno de sus cuadros, a personajes que constituyen una referencia, patrón o icono de cualquier tipo, y que con mayor o menor influencia sobre nosotros, vinculamos o referimos siempre a sus actos, estatus, trascendencia mediática o actividad relevante que realiza o ha realizado en el ámbito social, político, cultural o de cualquier otro tipo, de ahí que podamos “descubrir” en sus obras, a reconocidos cantantes, actores, políticos, personajes populares de la televisión, iconos universales de la pintura o a otros que constituyen un referente dentro de su circulo más cercano (pero no por ello menos importante) que representa a los amigos; todos ellos expresados por la artista, desde el más absoluto distanciamiento y probidad en los juicios de valores, pues no forma parte de su interés, ni objetivo en su discurso, tomar partido por ninguno de ellos, sino presentárnoslo tal y como la autora lo concibe en sus aspectos formales más significativos, independientemente del papel actual que estos ocupen o hayan ocupado, como referentes de valores morales, artísticos, sociales y políticos de nuestra realidad. De ahí que podamos decir, que lejos de ser esta una simple y tradicional muestra de retratos de “famosos”, los Iconos que han servido como motivación para Lara, no constituyen un referente de exaltación de virtudes, belleza o modelo a seguir (como tradicionalmente se ha tratado en este genero del retrato) sino una selección recreada de personas y personajes, que tienen en mayor o en menor medida un sustancial significado para nosotros, estableciéndose de igual modo, un cierto vinculo, afinidad o empatía, independientemente de sus virtudes; convirtiéndolos en realidades que conocemos, o que creemos conocer.

Resulta significativo y realmente sorprendente en esta obra, como la distorsión intencionada en el dibujo de los retratados, no nos impide la fácil identificación del personaje; imagen que empezamos a “reconstruir” desde nuestra retina, para quedar finalmente ordenada y recompuesta en nuestra mente, todo gracias al recurso de la cualidad del recuerdo o la memoria, que a la vez nos indica y manifiesta, la descuidada atención que prestamos de los detalles, gracias a esa percepción general que tenemos de observar a las cosas y las personas, y que provoca como norma general, que se realicen juicios, análisis y valoraciones muy superficiales y a veces injustos o imprecisos tanto de los fenómenos, las cosas y las personas que nos rodean.

Con un depurado tratamiento técnico, tanto del dibujo como del color, la obra de Lara, es sin duda una propuesta que nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones con el entorno y las personas, porque no es lo mismo ver, que observar. Solo aquel que es capaz de beber de la esencia y lo verdaderamente trascendental de los fenómenos, las cosas y las personas; no tendrá en cuenta la envoltura de sus apariencias; y así analiza, valora y emite su juicio ponderado, dejando al descubierto lo verdaderamente importante.

La exposición “Iconos”, es de esas muestras donde el buen hacer, y el mejor pensar del discurso, se dan cita en un fascinante conjunto de cuadros, donde el resultado plástico nos invita a descubrir una nueva forma de concebir no solo al retrato como género, sino también al motivo retratado como inspiración. El símbolo, con gran fuerza e interés como soporte del concepto, pero sin llegar a sustituir al objeto, aporta en la obra una singular armonía de elevado alcance en su deleite contemplativo y también, en su intención discursiva, algo que sin duda resulta muy poco usual en la plástica de hoy en día, siendo ese precisamente el motivo, de convertirlo en toda una revelación para nuestros ojos. Estoy convencido de que esta exposición, será de esas que recordaremos por un largo período de tiempo, no solo por su calidad técnica, sino además y principalmente, por la originalidad en su propuesta.

Raquel A. Lara con esta exposición, ha colocado un listón de calidad y propuesta muy elevado en el escenario plástico de nuestra ciudad, y ojala que esto ahora nos sirva de estimulo a todos, para que después de esta magnifica exposición, vengan también las de otros artistas, que preocupados por los mismos objetivos de calidad; ayuden a elevar el nivel técnico y creativo de nuestra ciudad: de ese modo, tanto el arte como nosotros mismos, seremos los únicos y máximos beneficiados de ello.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez