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26 marzo 2011

“Recién pintados”. ¿Y pensados?

Estimados lectores:

Bajo el titulo “Recién Pintados” quedó inaugurada el pasado dia 24 de marzo, en el espacio expositivo del centro cultural Castalia Iuris de nuestra ciudad, situado en la Plaza Cardona Vives, 10 (sótano) la exposición del pintor castellonense Lorenzo Ramírez, (Borriol – 1952) la cual permanecerá abierta al publico hasta el próximo dia 6 de abril.

Después de un largo periodo de prueba y error, incursionando en iconografías de otros artistas, entre ellos Picasso, y que supongo le hayan servido de provecho a Lorenzo, al menos para saber que poco o nada tenían que ver con las características conceptuales, expresivas y de método con su pintura, éste vuelve a sus orígenes para ser lo que siempre ha sido, con cierta personalidad y resultado notorio, un pintor costumbrista; que en consecuencia se ve interesado por las tradiciones que caracterizan a las personas de esta región, entre las que destacan el amor por la pólvora y su correspondiente sinfonía del ruido, sus fiestas regionales llena de religiosidad y paganismo, la tauromaquia y demás actividades que hacen de Castellón todo un escenario que siempre vinculado a la tierra, se alza con identidad propia en esta España, cada vez más plural.

En esta ocasión (y pienso que de forma acertada) Lorenzo Ramírez nos habla a través de su obra del color y el temperamento vivaz de alguien que maneja la técnica y también algunos de sus recursos, con seguridad y oficio. Con trazo firme, a veces de gran esquematismo, muchos de sus lienzos, sobre todo aquellos que se alejan formalmente de la descripción sencilla y narrativa del objeto, adquieren una decorativa belleza, donde el tratamiento suelto de las pinceladas se alza envuelto en expresiva gestualidad de gran sugerencia en el discurso.


Al parecer, Lorenzo Ramírez en su andar continuo de búsqueda y experimentación, se va alejando poco a poco de aquellos años, donde el resultado de su pinturas (principalmente paisajes de amplios celajes) lo aproximaban de manera directa a ese expresionismo “Porcariano” de reminiscencia Impresionista. En la actualidad con esta exposición, el pintor transita hacia una liberación mayor de su paleta, logrando un resultado de gran colorido, de mayor sugerencia y libertad de lectura en el terreno de lo visual y también en el contenido que pretende transmitirnos. Con un lenguaje cercano a una iconografía Fauvista, Lorenzo se va alejando de aquellos “escenarios” agrisados, que poca o ninguna diferencia establecían con la fuente de referencia que emanaba de la obra del maestro Juan Bautista Porcar Ripollés (1889 -1974) y de la que Lorenzo bebía en cada cuadro suyo, prácticamente hasta “ahogarse” (espero que ya haya quedado saciada su sed).

Por otra parte la vuelta de Ramírez a la temática costumbrista, es algo que se agradece con optimismo y aliento esperanzador, pues dentro de esta línea, pocos y muy recurrentes, han sido los motivos que han intensado recrear a los pintores de la zona, que en su gran mayoría, y salvo rarísimas excepciones, siempre la han acometido de una manera simple, descriptiva y muy superficial, que a parte de no aportar nada nuevo, ni en el contenido, ni en la forma, actúan en detrimento de lograr una intención más elevada y culta de los valores de identidad.

Sería bueno que Lorenzo tomara buena nota de esto, pues existen aun algunos ejemplos dentro de esta exposición, que mejor hubiera sido no haber expuesto, precisamente por hacerse eco de esta cuestión. Él que ha sido un “estudioso” de la obra de Picasso, debiera saber que el genio malagueño dijo “Yo no pinto lo que veo, pinto lo que siento y todo lo que puede ser imaginado es real” y es que el concepto de realidad no debe entenderse en arte, en hacer las cosas reales sino la realidad de las cosas, es por eso que la ermita de la Magdalena recreada por los ojos de un pintor, debiera ser algo más que la descripción simple y superficial de una modesta construcción blanca ubicada en las alturas de una montaña, donde acudimos en multitudinaria romería cuando son las fiestas de la Magdalena; como mucho más también debiera ser, la basílica de la virgen de Lidón, patrona absoluta de esta región, así como los demás aspectos y elementos que distinguen tanto a esta zona, como a la idiosincrasia del castellonense.

A pesar de esta reflexión, pienso que la muestra que ahora nos ofrece Lorenzo Ramírez en el centro cultural Castalia Iuris, y que permanecerá abierta al publico hasta el próximo dia 6 de abril, posee no solo una loable calidad y belleza, si no una gran coherencia con el momento que vive nuestra ciudad en estos días de su fiesta grande de la Magdalena, donde se rememora que desde el año 1251 los pobladores de esta zona establecieron su asentamiento definitivo y prospero, en el plano fértil de Castellón, buscando además una aproximación y salida al mar Mediterráneo. Es por ello que los invito a todos a que asistan a verla, pues seguro estoy que podrán disfrutarla.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez