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21 septiembre 2011

La dolorosa picada de las “Medusas”

Estimados lectores.

Como ya les había advertido en uno de mis artículos anteriores, al parecer el pasado día 15 del presente mes, ha sido la fecha “elegida” para inaugurar las exposiciones de pintura en los espacios expositivos de nuestra ciudad. Tal es el caso de esta que se exhibe en la Sala Bancaja Hucha de la calle Enmedio 82 de la pintora Reyes Sales a la que voy a referirme en este artículo de opinión, la cual lleva por titulo “Medusas” y que coincide en ser la tercera muestra en inaugurarse ese mismo día junto a la de los “artistas” del Ateneo de Castellón y a la de Eva Córdoba Armelles en el centro cultural Castalia Iuris, todas ellas en nuestra ciudad.

La exposición “medusas” de Reyes Sales es de esas que uno no sabe muy bien como enfrentar, no por la complejidad de la propuesta, (lo cual seria un atractivo reto) sino en relación a que decir a su favor, y casi como en la mitológica escena que hace héroe a Perseo, me quedé de piedra al observarla. A parte del correcto montaje de las obras y una agradable distribución por el espacio de la sala, el motivo resulta pueril y sin interés discursivo aparente, por otra parte, la manera de acometerlo es pobre en recursos técnicos que abarca no solo la escasez de sus procedimientos, sino además sus posibilidades expresivas, en fin, que si tuviera que establecer alguna semejanza o paralelismo entre motivo y discurso, y valorar de forma coherente la muestra, diría que tanto a esta exposición, como a las propias medusas marinas, no hay por donde cogerlas, ya que ambas coinciden en el daño que provocan a los sentidos, unas en el tacto (el animal) reaccionando en nuestra piel con su doloroso veneno y la otra en el de la vista (la exposición) cuando asistimos a verla.

La simpleza compositiva que apreciamos en todas y cada una de las obras, no es solo molesta en su aspecto visual, sino que además denota la incapacidad de su autora en proponernos al menos un “giño” de riesgo y experimentación en este aspecto. Desde el punto de vista técnico, la acuarela como técnica de representación tiene una manipulación limitada y pobre, el efecto de espontaneidad se vuelve gratuito y previsible, repitiéndose hasta la saciedad la misma fórmula que se ve reforzada con la misma composición del motivo. El recurso de las reservas a modo de grafiado y que actúa como efecto de textura “signal” dentro del elemento protagonista, es reiterativo y cansino tratando de aportar un cierto lirismo que se vulgariza en su constante repetición y que realmente aburre. El divorcio de la figura con el fondo es evidente y el motivo aparece recortado y plano, haciéndose por momento opaco, característica ésta que entra en peligrosa contradicción con la técnica propuesta. Solo el color se nos presenta cauto en sus variables, aunque sus combinaciones cromáticas siguen siendo simples y muy elementales, dejándonos entre ver de alguna manera la intención de agradar pero que no va más allá de una belleza simplista y en suma decorativa.

Desconozco las causas o motivos que provocaron no solo este resultado expositivo, sino el deseo de realizar esta exposición, pero sean cuales sean estos, lo cierto es que Reyes Sales nos ofrece una muestra intrascendente, aburrida y muy limitada tanto en lo formal, como en su discurso. Y mejor hubiera sido no exponer antes que mostrar un resultado como este tan carencial y desabrido, no solo por respeto al público que lo merece todo, sino también y sin duda mas importante aun, por respeto a ella misma.

Pero como suelo hacer siempre a pesar de exponer claramente mi opinión, invito a todos ustedes a que visiten esta muestra, aunque sea por el solo hecho de comprobar si la realidad es tan terrible o solo es que he tenido un mal día debido a la dolorosa picada de unas medusas.

Hasta la próxima entrega.

Amaury Suárez