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06 noviembre 2013

Mí esperada despedida.

Estimados lectores.

De galerías con Amaury” llega a su fin, al menos, en lo referente a mis valoraciones sobre las exposiciones, eventos y demás acontecimientos culturales desarrollados en la ciudad de Castellón. Dentro de pocos días me marcho a vivir a los Estados Unidos, lugar desde donde seguiré exponiendo mi particular punto de vista sobre esos aspectos relacionados con el arte y la producción artística, pero a partir de ahora, desde la otra orilla del Atlántico con diferentes obras y protagonistas; un lugar desde donde espero continuar escribiendo sobre estas cuestiones, no sólo desde el conocimiento, sino con la misma ilusión, sinceridad y rigor que han caracterizado siempre mis opiniones en este espacio.

Desde aquel 24 de junio del año 2009, día en el que inauguré este blog con un artículo dedicado a la obra del Sr. Juan García Ripollés, el más importante “artista” de esta región y en  mi opinión un colosal fraude, no sólo en los aspectos técnicos, (tanto aquellos que atañan a la ejecución de los recursos plásticos, como a la de manipulación y uso de los materiales) sino también en el discurso de sus propuestas, algo de lo que todos éramos conscientes desde hace muchos años (tanto especialistas como el público en general) pero nadie se atrevía a decir públicamente; quizás por temor a alguna oscura e inexplicable represalia por parte del poder político de turno, el cual aupaba y sigue aupando, ahora con menor ahínco, debido a la situación económica por la que atraviesa este país, a este singular “artista” de imagen cabrituna. Un personaje de trato amable, campechano, próximo a una mala caricatura daliniana, carente de cultura y de rigor profesional y que sin duda despierta los más variados sentimientos y afecciones entre las personas. Situación de la que este “artista” sabe muy bien cómo aprovecharse, pues si bien es cierto que las carencias en su obra son claras e incuestionables, su talento para las relaciones públicas, su auto promoción y el apego al poder, es algo que este señor maneja con asombrosa destreza, algo que ha sabido rentabilizar muy bien en grandes y sustanciales proyectos, que le han permitido “inundar” numerosas calles, plazas y rotondas de toda la comunidad valenciana con sus “peculiares” personajes, todos ellos al parecer, parientes muy cercanos del celebre Humpty Dumpty, aquel dibujo animado en forma de huevo antropomórfico, que tantas y tantas veces nos acompañó en nuestra niñez a través de los libros, el cine y la televisión, y con las que curiosamente sus esculturas, guardan un notable parecido, pero en fin, espero que el tiempo (http://degaleriasconamaury.blogspot.com.es/2012/02/el-tiempo-descubre-siempre-la-verdad.html) y quizás un nuevo y justiciero fenómeno climatológico haga criba de ello, como ya pudimos comprobar el pasado enero de este año, con una de sus emblemáticas esculturas, la cual fue derribada por un fuerte viento, que actuó como implacable y justiciero crítico, y de la que también este popular “creador” supo sacar provecho, de una forma tan absurda como inmoral y fuera de toda ética, al decir que la escultura le había “hablado” diciéndole que la dejara descansar yacente sobre el suelo de la rotonda donde había sido levantada. Una de tantas bufonadas a las cuales ya nos tiene acostumbrados en su infinita inconsciencia y falta de profesionalidad (http://degaleriasconamaury.blogspot.com.es/2013/01/fallas-mas-altas-han-caido.html).  Desde entonces, abrigo más confianza de justicia en la providencia, que de aquella que por aquí imparten los hombres que gobiernan.

Después de este primer artículo decía, han sido más de un centenar los que he escrito en este blog, referidos todos a los aspectos relacionados con la calidad técnica del quehacer creador y las propuestas artísticas que se han exhibido en los espacios públicos de esta provincia, algunos de ellos simpáticos muy populares y bien recibidos, otros en cambio, muy contundentes y molestos para algunos, pero en ningún caso indiferentes.

Me despido con la grata sensación de haber aportado a esta ciudad con este blog, una plataforma incomparable en el ejercicio de la crítica y sobre todo, instructiva en aquellas cuestiones relacionadas con las artes plásticas, los movimientos artísticos, sus diferentes lenguajes y los aspectos relacionados con la calidad de las obras de los creadores, que no de ellos. La forma clara y abierta de llamar a las cosas por su nombre, de otorgar valor al trabajo de aquellos que en realidad (y siempre bajo mi punto de vista) lo tenían, y poner al descubierto las carencias y mediocridades de los que están falta de talento, pero sobre todo y principalmente, de las fraudulentas artimañas de otros que amparados por el poder político, o por cuestiones ajenas a lo estrictamente cultural o artístico, han gozado de un falaz reconocimiento. Algo que ha sido “leitmotiv” de denuncia clara y abierta en algunos de estos artículos (a veces los más molestos, y otras, los más simpáticos y bien recibidos). Artículos de crítica de arte, que resultaban  muy poco usuales y yo diría que inexistentes hasta la aparición de este blog, pues en esta ciudad sólo se podían leer y/o escuchar en los diferentes medios de difusión, crónicas edulcoradas, prolíferas en adjetivos amables, pero desprovistas de una nomenclatura profesional y de rigor técnico, las que resultaban carentes de toda utilidad de superación y mejora, aunque muy apropiadas para el vanidoso engorde del ego, tanto de los creadores capaces, como de aquellos personajillos que subidos al carro del arte, se alzan de la noche a la mañana como importantes “artistas”, exigiendo reconocimiento y valía profesional, cuando en realidad su trabajo carece de todo interés y valor artístico. Aquí cualquiera que colgara sus obras en una exposición, constaría “ipso facto”, con el incondicional beneplácito de la crítica, sin que esta tuviese en cuenta aquellos aspectos relacionados con la calidad tanto técnica, como las referidas a las propuestas de discurso de las obras. Y esa era la realidad en Castellón antes de que apareciera “De Galerías con Amaury”, no sólo en esta ciudad, sino también en toda la provincia; algo que facilitó y mucho, la rápida popularidad de este blog, destacándose como un espacio informativo de referencia y rigor, independiente y libre de todo tipo de ataduras y compromisos; provocando el rápido aumento en el número de lectores y miembros seguidores del mismo, el cual deseo siga  "in crescendo", ahora que continuaré analizando las obras de los creadores del otro lado “del charco”.

Debo reconocer con sinceridad que uno de los factores que me han permitido esa libertad de crítica abierta a la falta de calidad de algunas obras, ha sido la ausencia por mi parte de todo tipo de ataduras y adeudos afectivos personales, no solo con los creadores, sino también con las enraizadas e influyentes “familias” vinculadas al poder económico y político afines a los partidos que gobiernan y han gobernado en esta región, anteponiendo siempre mi incondicional compromiso con el arte y su calidad técnica y en ese sentido, mi libertad de expresión ante los demás, con todo lo que ello conlleva para bien y también para mal, pero que en cualquier caso, me ha hecho libre e independiente de opinar como mejor he considerado.

En este momento de despedida, soy consciente que el adiós no siempre posee el mismo significado, la partida no va siempre unida a la desvinculación de los gratos y no tan gratos momentos, ni de aquellas personas que hicieron posible que desarrollara este proyecto de ventana abierta a la crítica sin adornos, ni cortapisas. A veces escogemos la palabra despedida, no para alejarnos en mudo silencio y borrar con ello las experiencias vividas; sino para evocar a un susurro de un “hasta pronto”, porque indudablemente, seguiremos manteniendo el contacto. La distancia no puede, ni debe anular nunca las relaciones nacidas en un ágora de palabras que han pretendido siempre proponer y elevar al individuo a un estadio de entendimiento y reflexión sobre las cuestiones del arte, y también porque no, a una mayor cultura. Aunque a veces para algunos (mis despreciables frikis) que solo beben de lo superficial, haciendo como es su costumbre de los debates, un espectáculo extravagante y grosero, este blog haya sido el “ideal” escenario de frívolas y estériles discusiones que solo han servido para ilustrar opiniones y actitudes que alimentan la vulgaridad y al más infructuoso morbo, ese que tanto abunda y gusta hoy en día. A pesar de todo y por ello, prefiero despedirme con un hasta luego, porque seguro estoy que más temprano que tarde, tendrán noticias mías pero en esta ocasión, referidas al trabajo que realizan otros creadores desde las lejanas tierras de América.

Hasta la próxima entrega y gracias a todos por apoyar directa, o indirectamente este proyecto,  a las ponderadas opiniones que lo han enriquecido, a las que lo han hecho con educación y respeto y también a los que lo han criticado de la misma forma, porque como bien se expresa en su cabecera; este es un blog que invita a la reflexión crítica y a la valoración abierta sobre la calidad de las obras. Y en este sentido las reglas del juego son claras y lacónicas, el que se expone al público con su trabajo (sea cual sea este) se ve en la obligación de aceptar de buen modo, las valoraciones de los demás. Me gustaría agradecer además a todos aquellos pintores, escultores, grabadores y creadores en general que han expuesto en las diferentes salas y espacios públicos de esta ciudad, que han mostrado con su trabajo profesionalidad, calidad y rigor, la oportunidad que me han brindado para comentar e ilustrar con sus obras, los artículos en referencia a los valores que deben regir un arte serio y de respeto a tan noble profesión, marcando una clara diferencia con aquellos “artistas” que carecían de ellos, a todos muchas gracias.

Por último, me gustaría proponer una invitación abierta a todos y es la siguiente; ya una vez trazado el camino, sería bueno que alguien tomara el relevo, con un nuevo espacio de crítica abierta y profesional, sin duda sería bueno para todos, en particular para Castellón, a pesar de que a veces hay que pagar un precio por ello que no es del todo agradable, pero que bien vale la pena, si el noble objetivo es el de honrar al buen arte y otorgar merito a los creadores que lo honran, con la calidad y el rigor de sus obras.

Continuará… 

Amaury Suárez